¡Deprisa! No hay tiempo que perder. Enciende el ordenador para escanear la mente y entra en el pensamiento de los alienígenas. El ordenador empieza a emitir sonidos parecidos a quejidos: leerles la mente a estas criaturas extrañas es una labor demasiado ardua.
Al final, lo consigue. El ordenador parpadea:
—Lectura lista.
«Fuente de energía principal localizada en el tridente inferior, cuadro secuencial, factor negativo 3, eliminar E34, B13, optimizar parámetro de entrada radical y proceder con alternativas viables».
No te parece que tenga ningún sentido,como el parloteo de los terrícolas, pero sigues las instrucciones: te has dado cuenta de que puedes dejar a estas criaturas indefensas y, si quieres, incluso destruirlas.
—Escuchad. Tenéis una oportunidad. Detened este ataque u os desactivaré. Esto es solo una muestra.
Introduces un instante la secuencia programada para la desactivación. En cuestión de microsegundos, las criaturas empiezan a temblar. Pero son muy fuertes.