Más allá de mí, al igual que mis anteriores libros, Cajas de cartón: relatos de la vida peregrina de un niño campesino y Senderos fronterizos, es autobiográfico. En este libro relato mis experiencias como estudiante universitario, procedente de una familia mexicana de trabajadores migrantes. Desde la perspectiva del joven adulto que yo era en aquel tiempo, describo los retos que enfrenté cuando luchaba por continuar mi educación, tales como hacer frente a la pobreza, sentirme desgarrado entre mis responsabilidades como estudiante y mis obligaciones respecto a la familia, dudar de mi propia capacidad de tener éxito académico, y tratar de ajustarme a un ambiente que era distinto al de la comunidad donde me crié.
Al escribir Más allá de mí, me basé fundamentalmente en mi memoria, pero también en mis facultades imaginativas e inventivas para rellenar pequeños vacíos sobre detalles que yo había olvidado con el paso del tiempo. Por ejemplo, cuando no pude recordar una conversación palabra por palabra, traté de aproximarme al diálogo original o de recrearlo, y añadí algunas descripciones para captar la esencia de mis impresiones y reacciones ante eventos y situaciones particulares.
Además de apoyarme en el poder de la memoria y la inventiva para escribir mi libro, entrevisté a miembros de mi familia, amigos, compañeros de clase y profesores. Examiné las pocas fotos y cartas familiares que teníamos, anuarios escolares, el periódico estudiantil de la Universidad de Santa Clara, documentos oficiales, incluyendo mis registros de calificaciones y mis papeles de naturalización que obtuve a través del Acta de Libertad de Información, y mis apuntes sobre experiencias de mi niñez, así como ensayos y trabajos de investigación que redacté durante mis cuatro años de estudio en la Universidad de Santa Clara.
Escribí Más allá de mí, en parte, para describir las experiencias de muchos estudiantes que son los primeros en sus familias inmigrantes en asistir a la universidad y para rendir tributo a aquellos profesores que ayudan a los estudiantes a transformar sus vidas, ayudándoles a conocerse a sí mismos, y a educar su mente, así como también a ser compasivos, generosos y conscientes de sus obligaciones cívicas y sociales en un mundo siempre cambiante.
ARRIBA: Francisco, Roberto y Trampita en Tent City, Santa Maria, California.
DERECHA: Papá, Trampita y don Pancho, un amigo de la familia, en Rancho Bonetti. De la niñez de Francisco, ésta es la única foto de su padre.
IZQUIERDA: Roberto y Francisco con su madre. Única foto de la niñez de Francisco junto a su madre.
Iglesia de la Misión, Universidad de Santa Clara.
Smokey Murphy (a la derecha), amigo y compañero de cuarto de Francisco en la universidad.
Victor B. Vari, profesor de idiomas extranjeros y mentor de Francisco en la universidad.
Marian Hancock. Le dio a Francisco el trabajo de repartir regalos durante la Navidad.
Padre Bartholomew L. O'Neill (IZQUIERDA), S.J., y padre John Shanks, S.J. (DERECHA) Sacerdotes jesuitas que guiaron a Francisco en la universidad.
Certificado de naturalización de Francisco.
Francisco y Laura en la Universidad de Santa Roberto y Darlene, su esposa, Clara, antes de ir de picnic.
Roberto y Darlene, su esposa, recién casados en Santa Maria.
Los hermanos y la madre de Francisco en 2002. PARADOS (DE IZQ.): Rubén, Torito, Roberto, Trampita; SENTADOS (DE IZQ.): Francisco, Rorra, Joaquina (mamá).
Estefanía Jiménez Hernández, abuela materna de Francisco.
Día de graduación. Francisco junto a Emily Bernabé, Laura Facchini y Juanita Bernabé.