800 g de bacalao fresco
hierbas aromáticas
perejil
albahaca
1 zanahoria
apio
miga de pan
1 cebolla
2 filetes de anchoa
1 cucharadita de alcaparras
1 huevo
pan rallado
queso rallado
pimienta en grano
1/2 vaso de leche
aceite
1 vasito de vino
1 cucharón de caldo
sal
60 minutos |
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Difícil |
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Medio |
1. Se escama y se vacía el pescado.
2. En un caldo corto, preparado con 2 l de agua, se hierve el bacalao con un pequeño manojo de hierbas aromáticas, la zanahoria bien raspada y una rama de apio; se sazona con sal y unos granos de pimienta.
3. Cuando el bacalao esté bien cocido, se escurre, se le quita la piel y se pasa por el molinillo.
4. A continuación se incorpora la miga de pan empapada en un poco de leche y bien estrujada, el perejil, la albahaca, las alcaparras, los filetes de anchoa, todos los ingredientes muy picados y 2 cucharadas de queso rallado. Se liga todo ello con un huevo y se deja reposar un poco la masa para que quede bien amalgamada.
5. Con dicha masa se forman unas albóndigas pequeñas que se pasan por pan rallado.
6. Se pone al fuego una sartén con aceite y la cebolla muy picada. Cuando empieza a dorarse, se echan las albóndigas. Estas deben freírse por todas partes y rociarse con el vino blanco, que se dejará evaporar.
7. Se vierte sobre las albóndigas el caldo y se prosigue la cocción hasta que el líquido quede casi completamente absorbido.