4 caballas de 250 g cada una
100 g de mantequilla
1 pepino
2 cucharadas de vinagre o de vino blanco seco
sal y pimienta
20 minutos |
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Fácil |
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Económico |
1. Se destripan, limpian y descabezan las caballas; se lavan bien y se escurren.
2. Se engrasa una fuente refractaria grande y honda con 40 g de mantequilla y se extiende sobre ella un lecho de finas rodajas de pepino lavado y seco. Se colocan encima las caballas y se cubren con el resto del pepino. Se sazona con sal y pimienta.
3. Las caballas y el pepino se rocían con el vinagre o el vino blanco seco; por encima se disponen trocitos de mantequilla (total 30 g). Se cubre el recipiente y se introduce en el horno de 10 a 15 minutos.
4. Al sacarlas del horno se reservan calientes si van a consumirse así.
5. Mientras, se pasa el jugo de cocción por un colador y se le da un hervor a fuego vivo; a continuación se añade poco a poco la mantequilla sobrante mientras se va removiendo de vez en cuando; cuando se haya reducido aproximadamente a la mitad, se vierte la mezcla sobre las caballas y se sirve, o bien se dejan enfriar.
6. Si se sirven calientes pueden acompañarse con patatas cocidas y salteadas en mantequilla.