LA espera, tal vez, o tal vez el ansia
una acción que desemboca en el principio
un eje afirmado a sus bordes y otro injerto
ya cortado de cuajo, aunque brotando
insistiendo a la luz de una mañana cualquiera
o bajo la niebla de una zona fronteriza.
EL tiempo es lo que el tiempo hace de nosotros:
la piedra que golpea la corriente
el fruto que cae sin ser oído
un niño que despierta a los treinta años.
SOY lo que fui, lo que seré
y lo que fui, lo que seré
solo son una posibilidad
entre las infinitas formas
de una imagen difusa.
Solo abajo duerme el barro.
LA piedra intimó con la noche
mi sombra escapó de mí
y al sentir un súbito temor
me dije, señalando un camino
«hacia allá, allá, estoy seguro».
Ahí encontré a un niño
de rodillas ante a un cadáver.
... en el centro de la imagen se disputan
el germinar de la semilla, la dispersión
de la ceniza, pero no hay centro ya...
ESTO que está, que soy
es la orilla, la superficie y el fondo
de lo que habito.
Pero no tengo dominio del agua.
ESTA piedra oscura de forma irregular
se resiste a ser partida
anda quieta, rueda
dibujando una historia
serena como foto en movimiento
esta piedra carga una derrota
y una victoria a la par
esta piedra es un monje impaciente
esta piedra tiene grito contenido
en esta piedra de fondo estoy.