«Navegamos a la sombra del mar de constelaciones,
saboreamos la luz virgen que las estrellas envían antes
de que alcance las órbitas de sus planetas;
descubrimos su misterio, abrimos la caja de los enigmas.
Pero cada vez que damos respuesta a la Última Pregunta,
surge otra que nos recuerda la única verdad absoluta del Cosmos:
Que la Última Pregunta no existe.
Siempre hay otro misterio más complejo que el anterior
esperando a la vuelta de la esquina.»
Libro Orgánico Murakay, capítulo cinco.
(Derechos de la traducción: Babeester Gail, historiadora)