Esther,
Hoy Rodrigo ha estado a punto de destapar nuestro secreto, hubiese sido horrible, lo sé, y hubiese terminado con nuestra futura felicidad. Tengo que tenerle ocupado en otras cosas para que no piense que puede librarse de la obligación de no decirle nada a nadie. Me lo prometió. Rodrigo, por muy gilipollas que sea, no quiere hacerte daño, cuando te descubrió por primera vez lloró porque no sabía que alguien podía ser tan bello. Éramos muy pequeños por entonces, pero prometió frente a ti que nunca le diría nada a nadie, tú eres mía, nadie más puede conocerte. ¿O sí? Ya no sé lo que quiero. Miento, sí sé lo que quiero, quiero que te conozcan y ser libres, quiero dejar de fingir todo el tiempo que amo a una persona que cada vez me repele más solo por aparentar, quiero poder ser feliz. Y sé que contigo lo sería. Muchísimo.