Esther,

Llevo toda la noche llorando, no puedo evitarlo. Es una situación muy injusta. No puedo dejar de pensar en Carlos, en lo imposible que va a ser para mí que algún día él o cualquier otro me quiera. No puedo más. Sueño incansablemente con sus ojos, sus pecas, no consigo que abandone mi mente. Y sé que Nasha está ahí, sin ni quiera buscar que Carlos la quiera, y él no puede dejar de mirarla y babear a su paso. Qué injusta es la vida, de verdad. A veces me cuestiono si merece la pena vivirla si sabes que nunca serás feliz. Nunca haría nada que pudiese hacer daño a Nasha, de verdad, la quiero a ella también, es complicado, quiero ser como ella, es buena conmigo sin siquiera conocer mi secreto, ¿cómo confesarle todo lo que me pasa? No puedo…Y ahí está Daniel, el chico gay al que nadie dirá nada cuando haga público que tiene novio. Lo siento mucho por él, lo siento muchísimo, pero Rodrigo va a hacerle daño. No he podido contenerle, su ira es demasiado grande, solo espero que alguien consiga pararle antes, Esther. Sé que se va a odiar para siempre después de eso.