PRÓLOGO

 

Larga vida y prosperidad

 

 

 

Vivimos tiempos extraordinarios. Avances inconcebibles hace dos o tres generaciones han entrado a formar parte de nuestra vida cotidiana. Teléfonos sin cables, coches sin conductor, ordenadores que aprenden solos, el nuevo mundo de internet, todoterrenos que exploran Marte... Y, en el campo concreto de la biomedicina, estamos viviendo la revolución del genoma, las terapias moleculares, la irrupción de las técnicas de edición genética, las de diagnóstico por la imagen, una nueva comprensión de cómo funciona el cuerpo humano y la transición de una medicina centrada en el tratamiento de enfermedades a otra centrada en el mantenimiento de la salud.

Si lo miramos con perspectiva histórica, en la primera mitad del siglo xx los mayores logros de la medicina se produjeron frente a las enfermedades infecciosas, cuando las mejoras de higiene y los antibióticos redujeron drásticamente la mortalidad en las primeras etapas de la vida. En la segunda mitad del siglo XX, se consiguieron importantes avances contra las enfermedades crónicas —sobre todo, pero no únicamente, las cardiovasculares—, lo que redujo de manera significativa la mortalidad en la etapa adulta. Y ahora, a principios del siglo XXI, la ciencia ha empezado a descifrar por qué se produce el envejecimiento y cómo frenarlo. Un avance que abre la vía a alargar la vida y, lo más importante, los años vividos con buena salud.

Los progresos en la ciencia del envejecimiento se han centrado hasta la fecha en investigar qué ocurre en nuestras células a medida que nos hacemos mayores. Pero los problemas biológicos complejos, entre ellos el envejecimiento, solo pueden atacarse con éxito desde una perspectiva integral. Una perspectiva que aborde todos los niveles de organización biológica, desde la escala más pequeña del ADN y las proteínas hasta la más grande del organismo y el conjunto de la sociedad.

La ciencia de la larga vida es —hasta donde nosotros sabemos— la primera obra que ofrece esta visión integral. No es un libro de autoayuda. No esperen encontrar en estas páginas recetas fáciles para frenar el envejecimiento porque no las hay. Es más bien un libro de empoderamiento. En la misma línea que los otros dos libros que hemos escrito juntos (La ciencia de la salud en el 2006 y La cocina de la salud en el 2010, este último en colaboración con el cocinero Ferran Adrià), hemos intentado ofrecerles las claves para que puedan tomar el control de su propia salud. Para que comprendan por qué envejece el cuerpo humano y qué puede hacer cada persona, según las circunstancias individuales de cada una, según sus valores y prioridades, para frenarlo. Y para que puedan disfrutar, como el señor Spock en Star Trek, de «larga vida y prosperidad».

 

Valentín Fuster y Josep Corbella

Octubre de 2016