Debemos comenzar este manual haciendo referencia al origen del mismo. El libro que tiene usted en sus manos es fruto del trabajo de muchos años y del esfuerzo de un gran número de profesores vinculados a la Fundación Universitaria Behavior & Law. Su estructura y contenido parten del conocimiento adquirido durante varias promociones de nuestros programas de formación, tanto los cursos breves de perfeccionamiento universitario sobre análisis de comportamiento no verbal como del Máster en Comportamiento No Verbal y Detección de la Mentira, que desde Behavior & Law impartimos. Por ello, el contenido de este manual se corresponde con los conocimientos que consideramos imprescindibles para todo analista no verbal. De la misma manera que este libro puede servir para la formación integral de un experto en análisis no verbal, también está diseñado para que sirva de libro de consulta. El lector podrá consultar y leer los capítulos individuales que, en un momento dado, pueda necesitar, sin necesidad de la lectura completa del manual, encontrando referencias clásicas y actuales sobre la temática de su interés. Tenga en cuenta el lector que tiene frente a usted un manual con cerca de 800 referencias bibliográficas. Si tira del hilo de las referencias, le aseguramos unos cuantos años de lectura y formación.
Entrando en harina, lo primero que puede llamar la atención del lector es el título elegido para este manual. ¿Por qué hablar de comportamiento y por qué «más allá de la comunicación»? La respuesta a la primera pregunta tiene su origen en la acepción del inglés (idioma de la ciencia) que mayoritariamente se utiliza en las publicaciones científicas sobre esta materia: nonverbal behavior. Dado que la traducción más adecuada de este término es precisamente comportamiento o conducta no verbal, decimos hace años que el trabajo de nuestra organización debería enmarcarse bajo esta acepción, de manera que quedase encuadrado claramente dentro de un enfoque científico y riguroso. Otras acepciones como comunicación no verbal, lenguaje no verbal e incluso lenguaje corporal, pese a ser mucho más conocidas (y comercialmente más adecuadas), no se identifican con este enfoque científico de una manera tan clara.
El uso del término comportamiento tiene, además, una justificación en función de su definición. Si buscamos en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua el significado de la palabra lenguaje, vemos como, en sus acepciones más generales, nos dice que el lenguaje es un conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente; una lengua o sistema de comunicación verbal; la manera de expresarse (lenguaje culto, grosero, sencillo, técnico, forense, vulgar...); un estilo y modo de hablar y escribir de cada persona en particular; el uso del habla o facultad de hablar; o un conjunto de señales que dan a entender algo. Todas se refieren a la comunicación verbal o escrita, menos una de ellas, que habla de un conjunto de señales que dan a entender algo. Por ello, debemos entender que en el término lenguaje lo esencial es la existencia de una serie de señales codificadas que transmiten una información, de manera hablada, escrita o de cualquier otra, pero siempre mediante un código establecido. Dentro de nuestro comportamiento no verbal sí pueden existir señales codificadas que transmitan algo; por ejemplo, cuando un submarinista muestra a su compañero de buceo su mano, con el puño cerrado y el dedo pulgar apuntando hacia arriba, le estará diciendo que deben subir a la superficie por algún problema (gesto que al contrario, fuera de ese entorno, puede querer decir que nos encontramos bien). Aquí sí estaríamos ante una señal codificada. Por tanto, estaremos ante un comportamiento no verbal que además forma parte de un lenguaje no verbal. Pero existen muchos otros comportamientos no verbales analizables que no se encuadran dentro de un conjunto sistematizado de señales que dan a entender algo, por ejemplo, que en una determinada conversación una persona oriente su cuerpo hacia un lugar determinado. Estaremos ante un comportamiento que no podremos encuadrar dentro de la categoría de lenguaje; sin embargo, tiene un gran interés de análisis.
Si hablamos de comunicación, las acepciones de la RAE que son de interés para nuestro ámbito la definen como la acción y efecto de comunicar o comunicarse; trato, correspondencia entre dos o más personas y transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor. Como podemos comprobar en todas ellas, el denominador común es la existencia de dos o más personas, quedando claro en la última que debe existir un código común. Es decir, la comunicación no verbal se producirá mediante la interacción de dos o más personas que comparten ese código común. Dos personas que hablen diferentes idiomas (códigos) tendrán cada una su propio lenguaje, pero no se podrán comunicar mediante él, existirá lenguaje, pero no comunicación. Por asimilación, se podría hablar de lenguaje no verbal cuando exista un conjunto de señales no verbales codificadas que dan a entender algo; cuando este lenguaje no verbal sea comprendido por dos o más personas, dará lugar a la comunicación (código común al emisor y al receptor).
Por último, podríamos contemplar los términos «comportamiento», que según la RAE será la «manera de comportarse», y «conducta», que será (en nuestro área de interés) la manera con que los hombres se comportan en su vida y acciones, y de manera concreta en psicología, el conjunto de las acciones con que un ser vivo responde a una situación.
En definitiva, comportamiento o conducta serían los términos más amplios referidos a cualquier acción de un individuo frente al medio; si esta acción se concreta en un conjunto de señales que dan a entender algo, se hablaría de lenguaje, y si este lenguaje fuese entendido por el emisor y el receptor, se establecería la comunicación. Entendiendo que, desde el punto de vista del analista de comportamiento no verbal, cualquier acción o falta de ella es analizable, lo correcto será en todo momento la referencia al término «comportamiento no verbal» o «conducta no verbal», ya que a lo largo de este manual hablaremos del análisis de todo tipo de interacciones del individuo frente al medio, sean o no lenguaje, exista o no comunicación.
Queremos también reflejar en esta introducción cuáles han sido las motivaciones que han impulsado la elaboración del presente manual. Principalmente nos pusimos manos a la obra ante la inexistencia de un manual riguroso y completo en español sobre análisis de comportamiento no verbal, un manual en el que, como apuntamos anteriormente, el profesional pudiese basarse para sustentar sus análisis y que ofreciese la validez científica y académica necesaria. La literatura sobre comunicación no verbal está repleta de libros que no ofrecen apenas referencias bibliográficas (en algunos casos ninguna) y los manuales académicos sobre análisis de comportamiento no verbal son inexistentes.
Una segunda motivación (pero no por ello menos importante) fue la de presentar el conjunto de protocolos que, desde hace unos años, venimos desarrollando para la realización de análisis no verbales fiables. Cuando en Behavior & Law comenzamos nuestra andadura en Ciencias del Comportamiento, lo que más llamó nuestra atención fue la existencia de grandes especialistas científicos en cada uno de los canales expresivos no verbales; pero, igualmente, nos llamó la atención la falta de integración de todo el conocimiento generado por ellos en un corpus conjunto que ofreciese una visión global, planteando la base necesaria para un análisis integral. Dispuestos a cubrir esta necesidad, desarrollamos los protocolos que presentamos en este manual, los cuales permiten realizar un análisis basado en todos los canales expresivos, llegando a inferencias e hipótesis de trabajo globales.
Por último, nos gustaría finalizar esta introducción comentando brevemente las partes y capítulos que integran este manual. En primer lugar, se presenta una primera parte en la cual se revisan los procesos psicológicos básicos que todo analista no verbal debe comprender y que, en definitiva, suponen el objetivo de sus inferencias: emoción, motivación y cognición. Dada la especial importancia que la expresión y reconocimiento emocional tiene en el análisis de comportamiento no verbal, el epígrafe más extenso que encontrará el lector será el de los procesos emocionales. Pasaremos posteriormente a una segunda parte en la cual se revisarán cada uno de los canales no verbales de mayor trascendencia para el análisis, comenzando por la expresión facial, para continuar con la expresión corporal, la proxémica, la prosodia emocional y finalizar con el análisis de una serie de canales menos conocidos y estudiados pero de gran interés, como son la háptica, la apariencia, la oculésica y la cronémica. Se continuará con una tercera parte referida a un ámbito que no dejará al lector indiferente, la relación entre comportamiento y personalidad, presentando en primicia el concepto de perfilación indirecta de personalidad. La cuarta parte recogerá los dos protocolos que hasta la fecha hemos desarrollado: el FEAP, o Facial Expression Analysis Protocol, y el NBAM, o Nonverbal Behavior Analysis Matrix. En la quinta y última parte abordaremos una serie de pequeños capítulos elaborados por profesionales de diferentes ámbitos, todos ellos expertos en análisis de comportamiento no verbal, que han querido trasladar al lector la importancia que tiene para ellos el comportamiento no verbal y la comunicación no verbal dentro de su entorno profesional.
Con este enfoque, partiendo de lo más general, como son los procesos psicológicos, y finalizando con las aplicaciones prácticas más concretas, presentamos al lector este manual con la esperanza de que le acompañe durante años como libro de consulta.