Retribución
No nos gusta ver que tipos malos se vayan con algo, ni en libros, ni en películas y desde luego ni en la vida… especialmente en la nuestra. Todos los seres humanos parecen tener en común una preocupación por la justicia.
Abdías vio por todas partes las peores injusticias. Vio lo sucedido después que una multitud de invasores se apoderó de Judá. Los refugiados judíos tuvieron que correr como almas que lleva el diablo hacia la nación vecina de Edom, prima racial que como Judá descendía de Abraham e Isaac. Sin embargo, ¿aceptó Edom a sus primos? No, Edom les tendió una emboscada, luego los arrestó, los entregó a los invasores y hurgó en Judá por si había quedado algo.
Los judíos no vivirían para ver que Edom obtuvo su merecido. Pero ellos tenían esta promesa de Dios: «¡Edom, como hiciste, se te hará! ¡Sobre tu cabeza recaerá tu merecido!» (15, NVI).
Si Abdías y los demás profetas solo pudieran decir una cosa acerca de Dios, dirían esto: El Señor arregla cuentas; y lo hace con justicia. Tarde o temprano, a veces más tarde, el pecado recibe su castigo. Siempre. La historia de Edom es solo uno de muchos ejemplos en la Biblia.
A veces la justicia podría estar fuera de nuestro alcance. Pero siempre está al alcance de Dios. Y a su debido tiempo ganará la justicia, no los tipos malos.
Frase célebre
• «Como tú hiciste se hará contigo» (15, NVI). La advertencia de Abdías a la nación de Edom es el otro lado de la moneda de la Regla de Oro: «Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos» (Mateo 7.12).
Tras bastidores de Abdías
Papeles protagónicos
Abdías, profeta que advierte a los pobladores de Edom que tendrán el castigo que merecen (1.1)
Trama
Invasores atacan y destruyen la sureña nación judía de Judá. Edom, vecina de Judá al sur del Mar Muerto, se deleita con esto. Los edomitas incluso arrestan a los judíos refugiados y los entregan a los invasores, y luego asaltan a Judá para robar cualquier cosa que los agresores puedan haber dejado.
Abdías promete que por esto Edom será exterminado. Por otra parte, Judá será restaurado.
Qué buscar
La primera parte es condenación, la segunda es esperanza. Los versículos 1–14 hablan de cómo Dios castigará al pueblo de Edom por su crueldad. El resto del corto libro (versículos 15–21) promete que un día los judíos regresarán a su tierra y hasta capturarán la tierra de sus enemigos, incluso Edom.
¿Sabía usted?
• Judíos y edomitas estaban emparentados. Los judíos descendían de Jacob y los edomitas de Esaú, hermano gemelo de Jacob.
• Abdías es el libro más pequeño del Antiguo Testamento, con solo un capítulo y 21 versículos.
• Edom era famosa por sus hombres sabios. De allí provenía uno de los cultos amigos de Job (Job 2.11).
Autor y fecha
Abdías es el profeta que escribió este libro. No sabemos nada de él excepto que tenía un nombre popular que significa «adorador del Señor».
Puesto que Abdías habla de la traición de Edom contra Judá, eruditos bíblicos suponen que el libro se escribió después del 586 a.C., fecha en que Babilonia conquistó a Judá con el apoyo de Edom.
Ubicación
Los acontecimientos se desarrollan en la sureña nación judía de Judá y en Edom al sur del Mar Muerto. Cuando Babilonia conquistó Judá, los edomitas colaboraron con los invasores, obrando en contra de sus primos hebreos.
Escenas extraordinarias de Abdías
El pueblo de Edom vive en fortalezas en cumbres de montañas, con sus defensas seguras. «Si te remontares como águila—Dios promete—, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré» (4).
Lo que el Señor promete hacer es exterminar a los edomitas y dar su tierra a otros. ¿El motivo? Los edomitas, descendientes de Esaú, celebran y hasta contribuyen a la destrucción de los habitantes de Judá, descendientes de Jacob, hermano mellizo de Esaú.
Después que los invasores—tal vez babilonios—conquistan Judá, la gente de Edom visita las ciudades judías destruidas, alegrándose y jactándose. Peor aún, hicieron redadas entre los refugiados judíos y los entregaron a los invasores.
Es verdad que Dios está castigando a los judíos por los pecados de ellos. Pero eso no da a los edomitas el derecho de regodearse o de aprovecharse del desastre judío. Sin embargo, hacen tanto lo uno como lo otro.
Un día, cuando los judíos hayan sufrido las consecuencias de su pecado, Dios promete dejarlos regresar a su tierra. Cuando eso suceda, «la casa de Jacob será fuego […] y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú» (18).
Promesa de Abdías: Edom caerá
(1–14)
Reseñas
Abandonada ciudad en las rocas. Abdías dice que los pobladores de Edom serán aniquilados, aunque viven en una fortaleza de piedra (3, 9). En Jordania, al sur del Mar Muerto y cerca de la frontera con Israel, arqueólogos han estudiado Petra, una ciudad edomita con casas y templos tallados dentro de la roca sólida de una ladera.
Lo que encontraron allí y en otras ciudades edomitas es que en el siglo quinto a.C. los árabes habían expulsado de su tierra a la gente de Edom. Es irónico que los refugiados de Edom huyeran a Judá, donde vivieron. Para el siglo primero de nuestra era se reconoció al rey Herodes como gobernador de Edom. Pero en el año 70 d.C., cuando Roma aplastó una rebelión judía en toda la nación, el pueblo de Edom desapareció de la historia.
Las ruinas de Petra son ahora una atracción turística.
¿Abdías el plagiario? Compare los versículos 1–9 con Jeremías 49.7–22. Son tan parecidas que, o Abdías lo sacó de la obra de Jeremías, o viceversa. Otra posibilidad es que ambos hombres lo sacaran de la obra de otro profeta.
En nuestra época esto sería plagio. Pero en tiempos antiguos no había leyes sobre derechos de autor. Además, los dos hombres dan crédito a la fuente de las palabras: Dios.
Tanto los escritores del Antiguo como del Nuevo Testamento a menudo se refirieron a profecías y enseñanzas mencionadas en otras partes de la Biblia. A veces los escritores sencillamente citaban el material. Otras veces lo resumían o lo comentaban del mismo modo que hacen hoy día los predicadores. Crónicas, por ejemplo, amplía algunos de los hechos registrados en Reyes.
Libros afines
• Lea Jeremías 49.7–22. El mensaje es casi idéntico a Abdías 1–9.
• Para otras profecías contra Edom, lea Amós 1.11–12; Isaías 34; Ezequiel 25.12–14.