Termina reinado del terror en el Oriente Medio
Parece una extraña coincidencia que Nahum, un profeta cuyo nombre significa «consuelo», transmita un mensaje de aparente venganza total.
A primera vista es como si se supusiera que los judíos se consuelan al oír las buenas nuevas de que Dios pronto aniquilaría a Asiria, un imperio que por mucho tiempo ha aterrado a todo el Oriente Medio.
Dirigiéndose a la capital asiria, Nahum manifiesta: «Nínive es asolada» (3.7).
El lenguaje de Nahum es enérgico y entrecortado, como ataques rápidos de un vengador. Sin embargo, la profecía escrita como un poema lleno de simbolismo emocional, no tiene el propósito de aprobar la venganza ni las represalias violentas. Se escribió para asegurar al pueblo judío que casi había terminado el reinado de terror de Asiria.
El mal es real. Los judíos lo sabían muy bien. Pero también lo es la justicia de Dios. Tarde o temprano, pero siempre en el tiempo del Señor, se detendrá al mal y se castigará a los culpables. Los judíos encontraron consuelo en liberarse de la maldad, no en el castigo de los culpables.
Mientras tanto, por medio del sufrimiento, los judíos pueden cobrar ánimo al conocer que «bueno es el SEÑOR; es refugio en el día de la angustia» (1.7, NVI). Nosotros también nos podemos consolar en eso. Esto no necesariamente significa que escaparemos ilesos, o ni siquiera con nuestra vida física intacta. Pero lo soportaremos, no así el malvado.
Frases célebres
• «Jehová es tardo para la ira» (1.3).
• «Tu pueblo anda disperso por los montes, y no hay quien lo reúna» (3.18, NVI).
Descripción que Nahum hace de Asiria, a cuyos líderes han matado los invasores.
Tras bastidores de Nahum
Papeles protagónicos
Nahum, profeta de Judá que jura que Dios castigará a Asiria por su crueldad (1.1)
Trama
Por siglos el imperio asirio, acuartelado en lo que ahora es el norte de Irak, ha estado aterrorizando al Oriente Medio. Cuando les place, los asirios aplastan naciones. Una de las víctimas es la norteña nación judía de Israel, arrasada en el 722 a.C. Muchos sobrevivientes—en especial artesanos, maestros y otras personas expertas que pueden hacer valiosas contribuciones al imperio—son deportados al centro de Asiria.
Más o menos cien años después, aunque Asiria aún intimida al mundo mediterráneo, el profeta judío Nahum tiene una visión acerca del imperio. Ve su fiereza y su desafío a Dios; y oye lo que el Señor dice que hará con Asiria: «Te voy a preparar una tumba. […] Pondré fin en el país a tus rapiñas» (1.14; 2.13, NVI). Nahum lleva este mensaje al pueblo de su nación judía, a quien actualmente el imperio lo obliga a pagar tributos.
¿Sabía usted?
• El poeta inglés Lord Byron (1788–1824) describe en su poema La destrucción de Senaquerib la violencia del ejército asirio: Los asirios descendieron como el lobo sobre el redil, y su cohorte relucía de púrpura y oro.
• Más o menos cien años antes que Nahum, el profeta Jonás dijo a Nínive que en cuarenta días sería destruida. El pueblo se arrepintió y fue perdonado.
Qué buscar
Terror asirio. Nahum describe un imperio tan sanguinario y brutal que personifica la maldad. Los asirios no tienen misericordia cuando capturan una ciudad. Sostienen bebés por los tobillos, los hacen girar como palos y los lanzan contra muros de piedra. A miembros de las familias reales enemigas los subastan al mejor postor, los torturan o los ejecutan. (Vea «Asiria sanguinaria» en Reseñas.)
Justicia poética. Nahum utiliza poesía y simbolismo gráfico para describir la destrucción venidera de los asirios. No interprete de manera literal las descripciones. Se supone que expresan la seriedad de los crímenes de Asiria, y la satisfacción que los judíos y el resto del mundo disfrutarán cuando se vean libres de este intimidador internacional.
Autor y fecha
La obra empieza así: «Libro de la visión de Nahum de Elcos». No sabemos nada más de él. No se lo menciona en ningún otro libro de la Biblia. Hasta la ubicación de Elcos se mantiene como un misterio.
Quizás Nahum tuvo la visión descrita en este libro en algún momento entre el 663 y el 612 a.C. Él dijo que ya había caído Tebas, Egipto (3.8–10); cayó ante Asiria en el 663 a.C. Además Nahum predijo la caída de Nínive, la cual fue capturada por fuerzas babilónicas y por una coalición en el 612 a.C. Este marco de tiempo pone a Nahum junto a otros dos profetas: Sofonías y un joven Jeremías.
Ubicación
El imperio asirio, centrado en lo que hoy es Irak, es el objetivo de la profecía de Nahum. Pero el mensaje parece deliberadamente dirigido al pueblo de Judá, asegurándole que pronto Dios acabará con la tiranía asiria.
Escenas extraordinarias de Nahum
Para total sorpresa asiria—pero como lo había profetizado Nahum—las fuerzas combinadas de babilonios y medos golpean el centro del imperio. Nínive cae.
Asiria había sido por siglos la maligna superpotencia del Oriente Medio… que tomaba lo que quería, cuando quería. Había tomado a la norteña nación judía de Israel en el 722 a.C., absorbiéndola por completo y deportando a sus habitantes. Después el imperio permitió que la nación sureña de Judá sobreviviera, pero solo si se unía a otras naciones en alimentar anualmente con dinero las arcas asirias en Nínive.
Debió haber sido difícil para los judíos creer lo que Nahum predijo: «Vacía, agotada y desolada está» (2.10).
Debido a la prolongada historia de crueldad de Asiria, Dios prometió que enviaría un ejército para destruirla. Babilonios y medas llegaron a las puertas de Nínive en el 612 a.C. Nahum había dicho que cuando esto suceda, «las puertas de los ríos se abrirán» (2.6). Esta quizás es una referencia al Río Khoser que atraviesa la ciudad y desemboca en el cercano Río Tigris. El autor del antiguo libro Crónicas de Babilonia dice que una inundación arrastró algunos de los muros. Tal vez los invasores destrozaron una represa para este fin.
«Heme aquí contra ti—dijo Nahum varios años antes del ataque—, nunca más se oirá la voz de tus mensajeros» (2.13).
Nínive queda tan destruida que sus enormes ruinas no vuelven a surgir hasta 1845, cuando arqueólogos finalmente las desentierran.
Cae Nínive
(2.1–13)
Reseñas
Despiadada Asiria. Nahum y otros profetas de la Biblia representan a Asiria con matices sangrientos y tenebrosos. Como una fuente de ingresos Asiria invadía naciones, mataba tanto a jóvenes como a mayores, luego mutilaba y torturaba hasta la muerte a los líderes. Países enteros—como la norteña nación judía de Israel—fueron deportados, y su tierra se repobló con colonizadores asirios.
Los hallazgos de arqueólogos confirman que los asirios eran tan crueles como dice la Biblia. Cuando sitiaban una ciudad, los soldados invasores clavaban enemigos capturados en estacas tan gruesas como postes. Algunos reyes asirios ordenaban que, como a pilas de madera, se amontonara a los cadáveres al lado del muro de la ciudad. Frente a una ciudad sitiada el rey asirio Salmanasar III construyó una pirámide de cabezas decapitadas.
Los reyes asirios se jactaban de su ferocidad en el campo de batalla al contratar artistas que recreaban las espeluznantes escenas en tallas de piedra empotradas en las paredes del palacio.
Libro vengativo, Dios vengativo. Algunos dicen que Nahum solo parece un libro que trata acerca de venganza, con el protagonismo del dios del desquite. Afirman que en realidad parece todo lo contrario a Jonás, historia que muestra la misericordia de Dios sobre los asirios.
«Descubriré tus faldas en tu rostro—dice Dios a los asirios por medio de Nahum—, y mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu vergüenza. Y echaré sobre ti inmundicias, y te afrentaré, y te pondré como estiércol» (3.5–6).
La poesía de tinte sanguinario no representa el carácter de Dios; es un espejo en que se ven los asirios. Por tratar a otros como inmundicia, Dios va a permitir que invasores ataquen y derroten a Asiria.
Descubrir las faldas de Asiria es una metáfora que significa que este imperio orgulloso sufriría humillación internacional. En la antigüedad se humillaba en público a prostitutas y adúlteras desnudándolas o levantándoles los vestidos (Ezequiel 16.37–39). «Desnudez» quizás era un juego de palabras hebreas ya que se parece a «exilio», que es lo que hacían los asirios con muchos enemigos capturados.
El mensaje tras la evocadora poesía es: aunque según parece nadie puede evitar que Asiria aterrorice al mundo, Dios sí puede y podrá.
Libros afines
• Para ver cómo Dios muestra misericordia a Asiria, lea Jonás.
• Para leer más acerca de las dos caras de Dios—juicio y misericordia—vaya a Miqueas.
• Así como Jonás representa a Dios como un guerrero divino que rescatará a su pueblo de la tiranía (1.2–10), así también lo representa el profeta Habacuc (3.3–15).