Hay miedo,

no hay tanta esperanza.

El respeto poco se conoce,

pero se presume de un exigente

mundo tolerante.

Se busca igualdad

cuando necesitamos

comprender la diversidad.

El corazón ya no duele con las

noticias que desconocidos nos dan.

El mundo, la gente,

es tan superficial

que vale más lo que los ojos ven

que el sentir nuestro palpitar.

No hay más charlas,

te digo un monólogo.

Me dicen y enseñan que mi misión

ya no es encontrarme