Siempre que veo a una niñita regordeta
quiero darle mi lista,
como la hoja de respuestas de un examen,
para ahorrarle el dolor de aprender
las reglas por sí misma.
Pero en cambio,
le doy a cada una el regalo
de más días,
semanas,
y meses
de una vida normal.
Sea lo que eso sea.