No voy en el autobús escolar.
Papá me lleva.
Cuando doblamos la última esquina
y puedo ver la escuela,
mi estómago da un vuelco;
es la única parte mía
que puede hacer acrobacias.
Le mando mensaje a Viv.
Realmente la necesito,
especialmente después de ese
horrible desayuno en familia.
“No sé si puedo hacer esto sola, Viv.
Estoy asustada”.
“Tranquilízate”.
“Lo estoy intentando.
Es solo... uf”.
Agrego una fila de emojis.
Carita con ceño fruncido.
Carita preocupada.
Carita triste.
“Lo sé.
Lo sé”.
Ella agrega un emoji de abrazo.
“Pero si yo puedo, tú también.
Después de todo, a mí me toca ir
a una escuela completamente nueva.
Recuérdalo, el mal que conoces
es mejor que el que no conoces”.
Sí, pero ambos son males.