Mientras conjugamos verbos en la clase de francés,
me imagino a Viv
en su nueva escuela y
supongo que apesto,
porque no quiero pensar
en ella haciendo nuevos amigos.
Para castigarme a mí misma,
conjugo el presente del verbo puer
desde “Yo apesto” (Je pue) hasta
“Ellos apestan” (Ils / elles puent).
Suena el timbre del almuerzo.
Gracias a Chef Brigitte en el Café Kiser
hay en el menú platos gourmet todos los días,
como pizza de alcachofas con masa fina integral o
hamburguesa vegetariana con aderezo marroquí de cilantro.
¿Chef? Oh, sí, una chef.
Empleada de la cafetería no es suficiente,
tampoco la palabra cafetería.
Mais non!
Nuestra escuela privada tiene demasiada clase,
usa français
para que todo, de la aah hasta la zed, suene bien.
Pero llamémoslo por su nombre.
El almuerzo escolar es para que los acosadores
se coman a sus presas.
Bon appétit.