Cuando vuelvo a casa
de la boutique de Diana,
me pruebo algo nuevo.
La piscina ha sido siempre mi escape.
El lugar donde me siento ingrávida
en este mundo tan obsesionado con la gordura.
Nado todas las mañanas y
trato de conservar esa sensación
a lo largo del día.
Pero cuando la escuela termina,
siento cada kilo de mi cuerpo, más
el peso adicional de la vergüenza
por todos los comentarios y las bromas.
La piscina me ayuda a limpiarme.
Ahora quiero que la piscina sea algo más,
no solo un lugar de escape,
sino también un lugar para expresarme.
Mientras floto,
abro y extiendo los brazos
y las piernas.
Soy un estrella de mar,
ocupo todo el espacio que quiero.