TOMA DOS

Encuentro a la doctora Notegustaríasaberlo.

plantada en su sillón, firme

como el algodón en las llanuras del sur.

Touché.

Me siento en el sofá.

 

—Ellie, ¿te gustaría compartir

algo de lo que pasó hoy?

 

¿Como una batalla de fuerza, casi mortal?

O cuando Marissa posteó en las redes

una foto mía comiendo una magdalena en

la celebración de la Semana de Libros Prohibidos de la biblioteca,

junto con una encuesta:

“¿Deben prohibirse las magdalenas a los gordos, sí o no?”.

No necesito imaginarme los resultados.

 

No digo nada.

En cambio, juego en silencio un “Veo, veo”

para descifrar a mi terapeuta.

La doctora Notegustaríasaberlo

ordena los libros según su color,

no alfabéticamente,

por eso pienso que es obvio que no es de confiar.

Pero luego veo

fotos enmarcadas aquí y allá

que muestran amigos de todos los tamaños.

 

Tal vez pueda confiar en ella, un poquito.