—EllieEllieEllie
—me llama Catalina mientras
salgo de la piscina
donde me he pasado
la mayor parte de mi día de salud mental.
Su cabeza asoma por encima de la cerca.
—¿Tegustaríacomerhelado?
—desaparece y reaparece—.
Mamádicequepuedesvenirconnosotros
—desaparece y reaparece—.
Salimosalascinco.
Salto para que pueda verme por encima de la cerca,
lo que es difícil por mi peso
y aún más difícil sin un trampolín.
—Voyapedirlepermisoapapá.
—vuelvo a saltar—.
Vuelvoenseguida.
Catalina se muere de risa.
—Tenemosqueconseguirteuntrampolín.
Oresortesenloszapatos.
Ozancos...
Sigue mencionando ideas,
incluido un cohete mochila,
cuando regreso unos minutos después.
Salto.
—Medijoquesí.
No agrego:
“Porquemamánoestáparadecirqueno”.
Salto.
—Mecambioyvoyenseguida.
Mirándonos,
papá dice
que probablemente es hora
de poner una puerta en la cerca.