PILLADA

No soy una mojigata

ni una soplona por elección.

Es solo que nunca me sale bien

romper ninguna clase de regla.

Siempre me pillan.

 

Papá manda un mensaje:

“¿Dónde están Liam y tú?

¿Están bien?

¡Hay una tormenta terrible!”.

 

Me pillaron.

Respondo con otro mensaje:

“Liam fue al shopping.

Me pagó para que tomara el autobús.

Me bajé en la parada equivocada”.

No miento.

“Ahora estoy a salvo con Catalina.

Refugiadas en una tienda.

Te explico mejor después”.

 

“¡CLARO QUE LO HARÁS!”.

Todas mayúsculas.

Maldición.

 

El tornado se vuelve

un embudo nebuloso y desaparece.

Cuando nos dicen que todo está bien,

hago rápido acopio de golosinas

para mi provisión secreta.

 

Las voy a necesitar.

 

Tal vez no vuelva a ver la luz del día.