Carreteando por la pista,
los asientos vibran
y el avión rechina
como si fuéramos rápido en un auto
por un camino lleno de baches.
Pronto la nariz está en el aire.
Pum hace el tren de aterrizaje
mientras se pliegan las ruedas,
que se retraen como
las patas de un pájaro
cuando vuela.
Todo lo que parece tan
enorme y agobiante,
como la escuela y mi casa,
de pronto se hace pequeño
y lentamente desaparece.
Estoy libre de todo eso, por ahora.
Libre como un pájaro.