ESTIRARSE

Tengo dos asientos,

así que me hago estrella de mar,

apoyo mi cabeza en la ventanilla,

levanto el apoyabrazos,

y estiro mis piernas.

 

Cuando mi familia viaja en avión,

me siento al lado de papá.

A él no le molesta si

mis brazos o piernas tocan los suyos.

Pero como estoy volando sola,

no quiero sentarme al lado

de alguien que podría hacer un escándalo

y decir que la gorda se derrama hacia su asiento.

 

A la tía Zoey la han bajado

de un vuelo, obligándola

a caminar por el pasillo de salida

mientras todos la miran.

Y he oído de

algunas publicaciones en las redes de

pasajeros que odian

sentarse al lado de gente gorda.

Por eso también

papá me compró dos asientos.

 

Y estoy casi segura

de que mamá no lo sabe.