Levantarme temprano vale la pena cuando
mamá entra en la cocina
y ve la puerta de la nevera
y todas las alacenas.
Las empapelé de artículos
para mamá.
Mis favoritos:
“Los estudios muestran que comentarios de la familia
sobre un niño con sobrepeso
contribuyen a que tenga una imagen negativa de sí mismo”.
“Los estudios muestran que no son solo
los chicos y maestros de la escuela
los que se ríen de los niños gordos;
también su padres les hacen bullying”.
“Los chicos no necesitan el juicio de los padres,
el mundo ya los juzga demasiado”.
Ella no dice una palabra.
Tal vez entendió el mensaje.
En mi siguiente cita con la doctora,
ella me pide ejemplos
de cómo me he estado defendiendo
últimamente.
Menciono lo de los artículos para mamá.
—¡Una idea genial!
La mejor manera de ser entendido
es aprender y usar
el lenguaje del otro.
¿Sigue ella todavía
poniendo artículos?
—No puede.
Yo los pongo.
Los pego por todas partes.
Hasta he empezado
a pegarlos en la puerta del cuarto de mis padres.