Le digo a papá
que Gigi necesita ir al veterinario.
—No creo que Marissa esté vacunada contra la rabia.
El veterinario descubre un rasguño en un ojo,
probablemente por andar
entre los arbustos
cuando perseguía la ardilla.
Unas gotas y se mejorará.
Así que, físicamente, Gigi está bien.
Mentalmente, no.
Cuando voy a nadar,
gime para estar conmigo, ella que siempre odió el agua.
Se acuesta sobre mi panza mientras floto,
confía en mí más que nunca.
Me siento culpable.
Lo que le pasó
es mi culpa por ser gorda.
Ese es un pensamiento equivocado.
Lo reemplazo.
A Gigi le pasó eso
porque Marissa y Kortnee
son chicas malas.