La Trofología es la ciencia que nos enseña a mantenernos sanos o a restablecer la salud, nutriéndonos mediante la compatibilidad química de los alimentos naturales que son innatos del ser humano y propios de su sistema digestivo y biológico. Las compatibilidades alimenticias se refieren a una alimentación armónica y para ello existen “leyes químicas y físicas” que deben ser respetadas.
Las incompatibilidades de orden químico responden a la ingesta en una misma comida de alimentos químicamente antagónicos entre sí; esas mezclas producen reacciones químicas que generan compuestos no nutritivos, y por lo tanto, identificados por el organismo como tóxicos, los cuales tiene que neutralizar combinar y eliminar, la que supone un trabajo extra y un constante desgaste para los órganos, provocando trastornos que, a la larga derivarán en la gestación de enfermedades.
La compatibilidad o buena combinación de los alimentos se verá reflejada directamente en los procesos digestivos del ser humano, donde entran en juego las distintas enzimas digestivas y ácidos-bases. La química que se produce en el interior del organismo como consecuencia de la ingesta de alimentos para su digestión, es de vital importancia para que los resultados nutricionales y de salud sean los mejores. A pesar de que los alimentos que se escojan sean muy saludables, si se obvia la interacción química que se produce al mezclar diversos alimentos antagónicos, su aprovechamiento nutricional será deficiente y los residuos generados por esa digestión serán intoxicantes.
El Dr. Herbert M. Shelton, nos dice: “Cuando empezamos a alimentarnos combinando correctamente lo que comemos, se produce un cambio extraordinario en nuestra vida; nos sentimos mejor, estamos de buen humor, olemos mejor, nuestra mente está más despejada, nuestros pensamientos son más lúcidos, desaparecen como arte de magia jaquecas, alergias, estreñimiento y comenzamos a vivir con una alegría creciente, como si nos hubiéramos liberado de un pesado fardo. Cuando las funciones digestivas son retardadas o algunas veces suspendidas por la combinación incorrecta de alimentos, la adecuada conversión de alimentos en nutrientes vitales para el cuerpo (aminoácidos, azúcares, vitaminas y minerales) no tiene lugar. Bajo estas circunstancias, nuestros sistemas son incapaces de absorber y asimilar adecuadamente los alimentos que comemos. Las partículas de los alimentos sin digerir o parcialmente digeridos pueden producir toxinas. Estas toxinas producen un gran esfuerzo en las células y tejidos de nuestro cuerpo y nuestros órganos de eliminación. Son las causantes de dolores de cabeza, gases, acidez de estómago, deficiencias intestinales y sanguíneas, falta de oxígeno y, finalmente, órganos dañados. Si las condiciones antinaturales de las combinaciones inadecuadas de alimentos continúan durante un largo tiempo, causan enfermedades más serias”.
El profesor Nicolás Capo decía: “El hombre no vive de lo que come sino de lo que digiere, por lo tanto comete dos grandes males comiendo carne, uno moral y otro corporal, y el resto de alimentos los mezcla inadecuadamente produciendo incompatibilidades químicas”.
Ten muy en cuenta la compatibilidad química de los alimentos para diseñar tu alimentación habitual y así mejorar tu nutrición y salud presente y futura.
Consulta en la siguiente tabla la compatibilidad química de los alimentos y combínalos correctamente.
Te presentamos algunos platos muy comunes compuestos de mezclas químicamente incompatibles. La teoría de que son una mezcla de alimentos nutritivamente completa y equilibrada, es sólo eso, una teoría, ya que tales combinaciones se verán afectadas por la compleja digestión que el organismo debe realizar a fin de obtener nutrientes.
1-Arroz con lentejas y patatas: Son tres feculentos.
2-Ensalada con tomate, queso y limón: Son tres ácidos.
3-Pizza con tomate y queso: Son dos ácidos.
4-Bocadillo de queso con tomate: Son dos ácidos.
5-Bocadillo de tortilla con patatas: Son dos feculentos.
6-Pan con plátano: Son dos feculentos.
7-Espinacas con pasas y piñones: La fruta con oleaginosos.
8-Gazpacho y salmorejo con vinagre: Son dos ácidos.
9-Ensalada con fruta fresca o seca: La fruta con lo salado.
10-Tartas con fruta y frutos secos: La fruta con oleaginosos.
11-Cereales de desayuno: La fruta con oleaginoso y cereal crudo.
1-Comer el arroz o las lentejas o las patatas con hortalizas.
2-Comer la ensalada o con tomate o con queso o con limón.
3-Comer la pizza o con queso o con tomate.
4-Comer los bocadillso de queso sin tomate.
5-Comer los bocadillos de tortilla con pan dextrin.
6-Comer el plátano sólo o con otra fruta.
7-Comer las espinacas con los piñones, sin las pasas.
8-Tomar el gazpacho y el salmorejo sin vinagre.
9-Comer la ensalada sin fruta y, si se quiere con frutos secos.
10-Comer las tartas con fruta, sin frutos secos.
11-Comer el cereal cocido y o con fruta o con frutos secos.
Principales alimentos que habitualmente se mezclan en una misma ingesta y que son incompatibles al precisar de digestiones diferentes.
1-Fruta y dulces después de comer: Lo dulce con lo salado.
2-Horchata de chufa: El azúcar con un oleaginoso.
3-Turrones de almendra: El azúcar y la miel con un oleaginoso.
4-Melón con sandía o uva: Son incompatibles entre sí.
5-Plátano con patata o boniato o castaña: Son feculentos.
6-Cereales con legumbres o patata o boniato: Son feculentos.
7-Fruta con hortalizas: Requieren digestiones diferentes.
8-Fruta con frutos secos o semillas: Son digestiones diferentes.
9-Queso fresco con hortalizas o frutas ácidas: Son incompatibles.
10-Limón con cereales o legumbres o patatas: Son incompatibles.
1-Fruta fuera de la comida o con un cereal.
2-Horchata sola sin azúcar.
3-Turrones sin azúcar ni miel.
4-Una sola de esas frutas a la vez.
5-Uno solo a la vez. 6-Uno solo a la vez.
7-Fruta sola o con un cereal.
8-Fruta sola o con un cereal.
9-Queso fresco con frutas dulces.
10-Limón con hortalizas.
*-Cebolla, zanahoria y calbaza hervidas, son neutras y compatibles con casi todos los alimentos.
*-Manzana, mantequilla y nata, son neutras y compatibles con todos los alimentos.
Los nutrientes son los componentes que necesitan las reacciones celulares y orgánicas para que todo funcione correctamente. Son la energía que mueve el motor y los lubricantes que permiten fluir.
El organismo precisa de una serie de nutrientes para poder generar las múltiples reacciones químicas, destinadas a todo tipo de procesos internos necesarios para su funcionamiento. Con unos puede construir, regenerar y mantener; y con otros, proveer de energía material a todas y cada una de las células para que éstas desarrollen sus funciones.
Las carencias nutricionales producen cansancio, acumulaciones y disfunciones en los órganos, ya que éstos dejan de completar sus procesos. Son la causa del envejecimiento y de la degradación del organismo y, cuando las carencias son grandes, producen graves enfermedades que pueden degenerar incluso en la muerte orgánica.
La finalidad natural de ingerir alimentos es la de nutrirse, y para ello es preciso conocer cuáles son los alimentos más afines al sistema digestivo y metabólico del ser humano. Esos serán los que le aportarán energía y nutrientes de alto valor biológico para conseguir un perfecto y saludable funcionamiento corporal.
A medida que te alejes del consumo de los alimentos más afines y te habitúes a los más densos, estos últimos cada vez generarán más restos inservibles y, por lo tanto, intoxicantes para el organismo, el cual deberá procesar, neutralizar y eliminar, ya sea porque los contenga el propio alimento o porque se hayan generado durante el proceso digestivo. Cuanto más densos, elaborados o procesados sean los alimentos que ingieras, de más bajo valor biológico serán los nutrientes, mayores los restos inservibles y más alta la consecuente intoxicación que produzcan.
Las tablas adjuntas muestran una idea de la predominancia de los nutrientes contenidos en los alimentos descritos, aunque las circunstancias, trato, manejo, frescura, variedades... pueden ocasionar variaciones significativas.
A fin de obtener la máxima cantidad de nutrientes de los alimentos, hay que tener en cuenta lo siguiente a la hora de ingerirlos:
-Que sean ecológicos.
-Que sean integrales.
-Que sean frescos y maduros.
-Que hayan sido escasamente manipulados.
-Que sigan su compatibilidad química.
-Sin transgenizar.
-Cocer las verduras lo justo y aprovechar el agua de la cocción.
-Cocinar los cereales más tiempo del requerido.
Los nutrientes que se describen pertenecen a los alimentos saludables o de transición.