Tan pronto como el enemigo llegó a donde vivía con la caja santa de Dios, cosas malas comenzaron a sucederle. Ellos quisieron deshacerse de la caja santa, así que la pusieron en una carreta tirada por dos vacas y la enviaron de regreso. Cuando el pueblo de Dios vio la caja santa de Dios de regreso, ¡todos se pusieron muy contentos!
El pueblo de Dios ni siquiera tuvo que pelear para recuperar la caja santa. Dios nos cuidará aun cuando alguien sea malo con nosotros.