Después de un tiempo el pueblo de Dios decidió que quería un rey. A Dios no le pareció una buena idea pero le dijo a Samuel que vertiera aceite sobre la cabeza de un campesino joven y alto llamado Saúl. Esto mostraba que Dios lo había elegido para ser rey.
Al principio Saúl permitió que Samuel lo ayudara a tomar decisiones buenas, pero luego Saúl decidió hacer cosas que desagradaban a Dios. Así que Dios decidió poner a otro rey en el lugar de Saúl. A Samuel le entristeció decirle a Saúl que Dios no lo quería más como rey.
Qué mal lo que pasó con Saúl. Veamos a quién Dios elige para que sea el nuevo rey.