Naamán, un soldado importante, tenía una enfermedad terrible de la piel llamada lepra. Las personas que tenían lepra no podían acercarse a otras personas. Ellos tenían que vivir en pueblos para leprosos. La joven sirvienta de la esposa de Naamán le dijo: «Qué bueno si mi amo conociera a Eliseo. Él lo podría sanar».
Así que Naamán fue a ver a Eliseo. «Lávate en el río Jordán siete veces y te sanarás», le dijo Eliseo. A Naamán no le gustó la idea. Lo que Eliseo le mandó a hacer parecía tonto. No obstante, fue al río para lavarse él mismo y a la séptima vez, la lepra desapareció.
Si por una enfermedad terrible te hiciera bien bañarte en el río ¿tú lo harías aunque pareciera tonto?