Ezequías fue un rey bueno. Un día se puso muy enfermo. Él sabía que iba a morir. Él oró y le pidió a Dios que lo dejara vivir un poco más. Entonces, para estar seguro de que Dios lo había escuchado, Ezequías le pidió que el sol retrocediera. Pidió que la sombra que estaba en la parte de abajo de los escalones volviera atrás diez pasos y justo como él lo pidió, la sombra volvió atrás diez pasos. Ezequías vivió quince años más.
Que el sol vuelva atrás sería tan asombroso como caer hacia arriba en lugar de hacia abajo. ¡Esto fue un milagro!