Jonás se hundía y se hundía dentro del agua en remolino y entonces ¡glup! Algo se tragó a Jonás. Él estaba en el estómago de un gran pez. Dios lo dejó allí para que aprendiera algo muy importante. Demoró tres días y tres noches.
Entonces Jonás oró a Dios pidiendo su ayuda. Jonás decidió hacer lo que Dios le había dicho que hiciera.
A Jonás le llevó tiempo entender que él necesitaba obedecer a Dios. ¿Cómo iba a salir ahora de aquel pez?