Entonces todo el cielo se llenó de tantos ángeles que nadie los podía contar. Ellos cantaron: «¡Gloria a Dios en los cielos!» Cuando terminó la canción, los ángeles desaparecieron.
Los pastores corrieron a Belén. Ellos encontraron a María y a José y vieron al bebé Jesús acostado en la paja de la caja donde se alimentan los animales. Los pastores les contaron a José y a María todo lo que los ángeles habían dicho acerca del niño.
Si hubieras estado allí afuera en las montañas con los pastores, ¿qué habrías estado pensado cuando los ángeles se fueron?