María y José encontraron a Jesús en el templo, el lugar donde el pueblo de Dios iba a adorar. El niño de doce años, Jesús, estaba conversando con los maestros como si Él fuera uno de ellos. Él les hacía preguntas y respondía las de ellos.
Su madre tenía una pregunta: «Hijo, ¿por qué te quedaste atrás? Estábamos preocupados por ti». Jesús le respondió: «¡Deberían saber que yo necesito estar donde el trabajo de mi Padre está!»
Para Jesús fue algo extraño decir esto.
¿Qué piensas que Él quiso decir?