Una tarde Dios vino a visitar a Adán y a Eva pero ellos estaban escondidos. Cuando Dios los encontró les preguntó: «¿Qué has hecho?» Adán le contó todo. Dios se entristeció.
Por haber desobedecido a Dios, Adán y Eva tuvieron que salir del hermoso huerto. En cuanto estuvieron fuera del huerto, Adán y Eva tuvieron que trabajar muy duro para cultivar alimentos.
Cuando desobedecemos, Dios se entristece mucho y nuestros padres también.