El día después del entierro de Jesús era día santo, así que sus amigos debían estar en casa. Entonces muy temprano la mañana del domingo, el primer día de la semana, las mujeres regresaron a la tumba. Era el tercer día desde la muerte de Jesús.
Cuando las mujeres llegaron allí, no podían creer lo que veían. ¡La piedra había sido rodada! ¡Y un ángel de Dios estaba sentado sobre la piedra! Los soldados tenían tanto miedo que parecían hombres muertos.
¿Cómo crees tú que se sintieron esas mujeres en la tumba cuando vieron al ángel?