Pablo subió a un barco grande. Él estaba yendo hacia una ciudad llamada Roma. El barco iba muy lento porque vientos fuertes soplaban contra él. Finalmente el barco llegó a un puerto seguro y Pablo le dijo al capitán que él pensaba que no era una buena idea dejar el puerto en poco tiempo. Sin embargo, el capitán no estuvo de acuerdo y de todas maneras salieron a navegar.
Pronto un viento apareció y sopló fuerte contra el barco. Los marineros no podían guiar el barco. Pablo sabía que estaban en problemas, se iban a hundir. Él les dijo a los marineros que comieran para estar fuertes para el problema que tenían ante ellos. Poco tiempo después el barco chocó contra un banco de arena y comenzó a romperse en pedazos. Todos tuvieron que saltar al mar y nadar hacia la playa. Todos llegaron sanos y salvos a la orilla.
¡Qué miedo! ¡Un naufragio! ¿Dónde tocaron tierra? ¿Qué ocurrió después?