Dichosos todos los que confían en él [Dios]. —SALMO 34:8
¿En quién confías? Cuando confiamos en alguien eso significa que creemos que esa persona hará lo que es mejor para nosotros, aunque no siempre entendamos cómo sucederá. Cuando Maida confió en su mamá se llevó una maravillosa sorpresa.
Maida no entendía por qué su mamá le pedía que limpiara su cuarto inmediatamente. Pero de todas formas, dejó de jugar e hizo lo que su mamá le pidió. Pronto se alegró de haberlo hecho, porque su madre le tenía una gran sorpresa. Su mejor amiga venía a nadar y a pasar la noche con ella.
Ahora Maida estaba lista para jugar porque había hecho lo que se le había pedido aun cuando no entendía el porqué. Había confiado en su mamá.
En la historia bíblica de hoy, veremos que Dios les dio a los israelitas algunas instrucciones que no parecían tener mucho sentido. Pero como confiaron en Dios y obedecieron, sucedió algo maravilloso.
