Historia bíblica
1 Samuel 1:1—2:2; 2:18–21
Ana no tenía hijos, y eso la hacía sentir muy triste. Un día fue al santuario de Dios para orar. Ella le pidió a Dios un hijo varón. Elí, el sacerdote, la vio orando. Entonces Ana le dijo que estaba muy triste y le estaba contando a Dios sus problemas. Ana prometió que si Dios le daba un hijo varón, él trabajaría para Dios toda su vida.
Dios respondió la oración de Ana. Ella tuvo un hijo y lo llamó Samuel porque ese nombre se pronuncia parecido a la palabra hebrea que significa «Dios escuchó». Ana cumplió su promesa y Samuel trabajó para Dios toda su vida.