Historia bíblica



Juan 11:1–44

Jesús amaba a sus amigos Marta, María y Lázaro. Un día cuando Jesús no estaba, Lázaro se enfermó. Cuando Jesús escuchó que su amigo estaba enfermo, esperó dos días para iniciar su viaje para ver a sus amigos. Para cuando llegó, Lázaro había muerto hacía cuatro días. María, la hermana de Lázaro, le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto». Jesús estaba tan triste que lloró. Entonces caminó a la tumba de Lázaro y le pidió a la gente que moviera la piedra de la entrada.

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Jesús gritó: «¡Lázaro, sal de ahí!» ¡Y Lázaro salió de la tumba, envuelto en las vendas con que lo habían sepultado! ¡Estaba vivo y sano!