Después de un tiempo la mamá del bebé ya no pudo seguir ocultándolo. Así que tomó una canasta y la preparó para que no pudiera entrarle el agua.
Entonces puso al bebé dentro de la canasta y puso la canasta en el río. La hermana mayor del bebé, María, se quedó muy cerca para ver qué pasaría.
María debió haber estado muy asustada.
¿Qué piensas que ella dijo cuando oró por su hermano pequeño?