Gedeón estaba asustado pero decidió que haría lo que Dios le había ordenado. Él reunió a un ejército. Dios le dijo: «Tienes demasiados soldados». Gedeón envió de regreso a casa a miles de hombres. Dios volvió a decirle: «Todavía tienes demasiados. Llévalos a beber agua. Deja solo a aquellos que recogen el agua con sus manos y la lamen como un perro». Por esto sólo trescientos soldados se quedaron con Gedeón.
¿Cómo podría Gedeón ganar una guerra sólo con trescientos soldados? ¡Pues veamos qué hizo Dios después!