Para mi William personal, Max. Siempre alegras mis días. Me nutres, quieres a mis perros y gatos y haces que me sienta la mujer más bella del mundo, incluso cuando estoy como el culo. Bueno, la única vez que he estado como el culo, esa vez que pensé que estaba como el culo, pero no era cierto, porque es imposible. Espera. ¿Estoy diciendo «culo» demasiadas veces? (La cuestión es que nunca se dice suficientes veces la palabra «culo». ¡Naomi, de French’n’Bookish, no me llama la magnífica Buttwalter por nada!). ¡Te quiero, mi amor!

 

Hablando de Naomi, es la mejor responsable de redes sociales del mundo. ¡El libro de William es para ti! Eres una mujer increíble y es una bendición conocerte.

 

¡Y para mi esposa laboral, la guapísima y talentosa Jill Monroe, una de las personas más estupendas del planeta! Me ayudas a levantarme cuando me he caído. Te has pasado innumerables horas pensando argumentos, haciendo críticas y ayudándome a torturar o salvar a mis personajes (dependiendo del día). ¡Conviertes mi mundo en un sitio mejor!