— JOAN BEAUCHAMP PROCTER —
ZOÓLOGA
Un día, una niña llamada Joan les pidió a sus padres que le regalaran una mascota.
—No quiero un perrito ni un gatito —dijo—, ¡me encantaría tener una serpiente! Y algunas lagartijas, por favor.
Para cuando cumplió diez años, Joan tenía a su cuidado a muchos reptiles. Uno de ellos, un gran lagarto dálmata, era su favorito; viajaban juntos a todas partes, e incluso comían lado a lado. Cuando creció, Joan llevó a su cocodrilo mascota a la escuela… ¡para gran sorpresa de la maestra!
Estas criaturas fascinaban a Joan, quien se convirtió en una experta mundial en herpetología, la rama de la zoología que estudia a los reptiles y anfibios, y consiguió un trabajo en el Museo Británico de Historia Natural. Un día, el Zoológico de Londres le pidió que diseñara un nuevo hogar para los reptiles: Joan hizo un excelente trabajo y se convirtió en algo así como una celebridad. Las multitudes se reunían para verla tratando con pitones, cocodrilos y enormes dragones de Komodo. Fue nombrada curadora de reptiles.
Un dragón de Komodo hembra de nombre Sumbawa se convirtió en la mascota favorita de Joan. Sumbawa la seguía a todas partes y ella la acariciaba, le daba palmaditas y le servía pollo, pichones y huevos. A veces, «manejaba» al dragón tomándolo por la cola. Joan entendía tan bien a estos animales que sabía cuando estaban enfermos y lo que había que hacer para curarlos.
Sin embargo, sus propios problemas de salud eran más difíciles de curar. Joan tenía un dolor constante desde hacía mucho tiempo. Pero eso no la detuvo de seguir su pasión, aunque significara ir al trabajo en una silla de ruedas, con Sumbawa avanzando lenta pero alegremente detrás de ella.
5 DE AGOSTO DE 1897-20 DE SEPTIEMBRE DE 1931
REINO UNIDO
ILUSTRACIÓN DE MARIJKE BUURLAGE
¿POR QUÉ UNA MUJER NO DEBERÍA DIRIGIR UN HERPETARIO?
JOAN BEAUCHAMP PROCTER