— MADAME SAQUI —

ACRÓBATA

Durante la Revolución francesa había una niña pequeña y robusta que soñaba con caminar sobre la cuerda floja. El padre de Marguerite había sido acróbata, pero durante la revolución nadie tenía dinero para los actores de circo, así que puso un puesto de remedios caseros y esperaba que su hija olvidara sus sueños.

Pero Marguerite estaba decidida.

Buscó a un viejo amigo de la familia, de cuando su papá estaba en el circo, y le rogó que la entrenara en secreto. ¡Marguerite era fantástica! Hizo su debut a los once años. El público ahogó un grito cuando la vio bailar en la cuerda sobre sus cabezas. ¡Qué equilibrio más increíble! ¡Qué agilidad! ¡Qué fuerza! Fue un éxito instantáneo.

Su familia formó una compañía circense en la que Marguerite era la estrella, y se presentaron por toda Francia. A los dieciocho años, conoció a un gran acróbata llamado Julian Saqui. Se enamoraron y se casaron, y Marguerite eligió convertirse en Madame Saqui.

Madame Saqui sabía que estaba destinada a cosas grandes. En la cima de su carrera, se presentó en los famosos Jardines de Tívoli en París caminando por una cuerda inclinada mientras los fuegos artificiales estallaban a su alrededor. Incluso Napoleón, el emperador de Francia, quedó cautivado, y ella preparó un espectáculo para celebrar su victoria en combate.

Su hazaña más intrépida fue caminar sobre una cuerda entre las torres de la catedral de Notre Dame, a decenas de metros de altura. Se convirtió en una estrella deslumbrante en el cielo de París, y sus actuaciones se recuerdan aún hoy como extraordinarias demostraciones de valor y talento.

26 DE FEBRERO DE 1786-21 DE ENERO DE 1866

FRANCIA

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ILUSTRACIÓN DE LAURA JUNGER