No he matado, ni ordenado asesinato.
No he integrado organizaciones delictivas.
No he instigado a la comisión de delitos.
No me he apropiado de dineros cuya custodia o manejo se me hubiere confiado.
No he impuesto, ni ordenado imponer, castigos ni tormentos.
No he ejecutado persecuciones por causas políticas o ideológicas.
No he resuelto acciones en contrario a la voluntad de mis representados.
No he incrementado mi patrimonio en los años en que me he desempeñado como dirigente sindical.
No poseo bienes a nombre de testaferros.
No he conspirado, ni actuado en contra de gobiernos elegidos democráticamente.
Sí, he ejecutado acciones para desestabilizar regímenes totalitarios.
Sí, he dirigido grupos cuyo accionar fue el hostigamiento de esos regímenes.
Sí, he promovido rebeliones en contra de autoridades de hecho.
Sí, he generado caos y desorden, en el marco de las acciones antes referidas.
Sí, he proferido proclamas, de las denominadas subversivas.
Sí, he cometido desacato.
Sí, he dirigido y ejecutado acciones que causaron estrago, en especial las ocurridas en esta ciudad, durante todo el día de ayer.