Primavera de Haniel

Arcángel Haniel, rosa alada, pétalos de amor

divino, baña en mares de alegría mi dolor, dame

caricias de colores entre la lluvia y el sol, haz que

mi amor sea pájaro y vuele hasta Dios. Solo así

podré pintar con el pincel del latir, un corazón

para mí, de elefante marfil, Cristo tras el fin, y que

los ríos de lágrimas sean amanecer de un trigo

sonreír. Besos de cura, besos de Venus, eres mi

cielo, el amor es azul, vela de mi noche, mi ángel

de nieve, luz de mi luz. Labios de esmeralda que

hablan sin palabras, alfarera de imágenes, María

de esperanza, maestra del telar de la vida donde

sin agua la barca es el alma. Bendíceme con

lunas del querer, con años que sepan a miel, sé

viento que nos una sobre los muros de la hiel, que

tu dulzura de cachorros abrace el ayer. Sé

antorcha para el perdón de mi lisiado corazón, sé

mi fe para ser Israel como Jacob, que me tema el

temor, corona mi vida con almendros de amor.

Gracias.

Madre, hija y espíritu santo.

Tres halcones.