Sentado en la pirámide del Yucatán,
¡soy aire, soy aire!
El manto del sol me da la invisibilidad,
¡soy aire, soy aire!
Mis enemigos no me pueden divisar,
¡soy aire, soy aire!
Soy soplo de Dios por los prados de ningún lugar.
La palabra es la espada.
Recuerda, eres hijo de Dios.
la mente es el vehículo,