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10 – Una aplicación irresistible

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Mark Knopfler se sube al escenario... Sus dedos mágicos recorren las cuerdas de la guitarra, dejando escapar un rayo de luz que llega a cosquillear el alma de los privilegiados que asisten al concierto de Dire Straits. El grupo popular de los años 80 se prepara para vender varias decenas de millones de álbumes. La adhesión masiva del público a las piezas musicales desgranadas por el orfebre la eléctrica de seis cuerdas tiene como efecto de entregar sus letras de nobleza a un nuevo soporte musical: el CD. El disco láser asegura una restitución perfecta del universo de Knopfler. Solo se necesitarán unos años para que el CD destrone el torna-discos de manera irreversible. Al final de los años 40, las emisiones de Ed Sullivan de manera parecida llevaron a un progreso espectacular de ventas de televisores. Ninguna campaña promocional hubiera logrado tal eficacia. El micro-ordenador sigue una lógica similar: ninguna máquina puede seducir al público si un software memorable no llega a iluminar la pantalla con un cine que cautive.

Un ordenador es un pretexto, un potencial, una base de inicio. Poco importan las proezas técnicas que presidieron su constitución, las astucias que se llevaron a cabo para integrar elementos en una armonía total, no representa nada tampoco el largo tiempo que un programador compila un software de valor. Para el Apple 2, la aplicación irresistible se llamó VisiCalc. El PC, si bien el poder es dos veces mayor al del Apple 2, a pesar del hecho que porta la marca IBM, no puede volverse un fenómeno de la sociedad hasta que no aparezca una nueva aplicación irresistible. Bill Gates es consciente de esa ecuación, por lo que comenzó la realización de una programa similar a VisiCalc: Multiplan.

VisiCalc empezó a ser conocido por resolver una necesidad precisa: la de Dan Bricklin, estudiante de la escuela de comercio de Harvard. En 1977, Dan tenía veintisiete años y por una razón oscura es persuadido con que su profesión – programador – está en vía de extinción: los programas se volverán más y más fáciles de escribir. Él decide involucrarse en el mundo de los negocios: el curso que empieza en Harvard está relacionado a la administración de empresas. La Business School se distingue por muchísimos ejercicios en el transcurso de los cuales los estudiantes simulan la gestión de una sociedad. Durante sus trabajos prácticos, Dan Bricklin se da cuenta que pierde un tiempo considerable efectuando cálculos de datos financieros. Él escribe pequeños programas en BASIC en el PDP-10 de la escuela para facilitar esa tarea. Pero esa idea es complicada: cada vez que llega a un nuevo problema, tiene que escribir un nuevo programa. No existe ninguna herramienta de cálculo generalizado utilizable para todo lo necesario. Bricklin decide concebir un software así. Antes que nada, lo discute con algunos maestros. Su profesor de finanzas adopta un tono perentorio para explicarle que el software en el que está pensando no tiene ningún avenir comercial. Paternalista, le aconseja no obstante de encontrarse con un antiguo diplomado de Harvard, Dan Fylstra. Este último acaba de crear una edición de software a domicilio, Personal Software, y difunde programas de ajedrez. Como la materia es nueva y no existe ningún ejemplo del que podría inspirarse, Fylstra tomó como modela la edición literaria: Personal Software se encarga de la publicación de obras escritas por programadores y les paga regalías. Con la visita de Bricklin, Fylstra manifiesta una curiosidad suficiente para querer saber más: le presta un Apple 2 para que el estudiante pueda realizar una maqueta de su software.

En el transcurso del fin de semana, Dan Bricklin desarrolla las bases de VisiCalc y, al hacerlo, inventa el concepto de la hoja de cálculo. La idea de Bricklin consiste en reproducir en el ordenador la hoja de trabajo de un contador. La pantalla fija un grupo de líneas y de columnas. Las líneas levan números: 1, 2, 3... Las columnas son identificadas por las letras A, B, C...  Cada cuadro de la cuadrícula delimitada recibe una apelación compuesta de la letra y número correspondiente: A1, B3, C4, etc. Estos cuadros – llamados “casillas” - son destinados a recibir números o fórmulas de cálculo. SUM(A1..A3) significa que la hoja debe calcular la suma de números situados en las casillas A1, A2 y A3.

El prototipo de VisiCalc desarrollado por Bricklin es primitivo y lento: se necesitan veinticinco segundos para efectuar el cálculo de una centena de casillas. Pero el concepto está allí y, cuando Dan le muestra el software a sus amigos, estos lo alientan a continuar: los estudiantes de Harvard serán quienes naturalmente adquieran ese producto. Fylstra se muestra aparentemente convencido de que es oportuno editar ese software. Bricklin hace un equipo con Bob Frankston, un programador que conoció siete años antes en el MIT[30] en Boston. Bricklin define las especificaciones del software mientras que Frankston efectúa el desarrollo. Los dos amigos crean la compañía Software Arts, la cual tiene los derechos de autor de VisiCalc. Ellos programan en el Apple 2 por la simple razón que contaban con la máquina que Fylstra puso inicialmente a su disposición.

Bob Frankston necesita cerca de un año para terminar la escritura del VisiCalc. De vez en cuando Fylstra organiza demostraciones a constructores de máquinas. Apple no muestra interés particular por la hoja de cálculo. Atari – la cual triunfa con sus juegos de video – le explica a Fylstra que todavía no tienen ningún ordenador. En su primera aparición en mayo de 1979 en la West Coast Computer Show, VisiCalc pasa desapercibido. El programa sale en octubre y sus ventas son débiles. El golpe de suerte es dado por un veture capitalist[31]: Ben Rosen. En una carta de información que publica con la intención de inversores en tecnología, Rosen elogia a VisiCalc. Explica las posibilidades de tal herramienta y los beneficios que puede aportar a los ejecutivos de empresas. El artículo de Rosen tiene un efecto inmediato: varias compañías grandes ordenan varias decenas de VisiCalc. Como la hoja de cálculo funciona solo con el Apple 2, el impacto en las ventas de esta máquina es extraordinario. En septiembre de 1980, el constructor de Cupertino evalúa que veinticinco mil del número de compras del Apple 2 fueron hechas esencialmente por VisiCalc, una quinta parte de las unidades entregadas desde 1977. De paso, el software de Bricklin aporta una nueva dimensión al micro-ordenador que no está limitada tan solo al dominio de particulares: él suscita un interés en el seno de compañías de envergadura. Software Arts efectúa la adaptación de su software en otras máquinas como el TRS-80, el Atari 800, y el PET de Commodore. En 1981, IBM está atento a que su PC sea anunciada al mismo tiempo que una versión de VisiCalc. Cuatro años después de su creación, Software Arts cuenta con 125 empleados y hace 10 millones de dólares de ventas anuales.

VisiCalc fue el revelador de las posibilidades de la micro-informática. Era una aplicación única en su género, cosa inexistente en los grandes ordenadores. Portaba en sí misma un concepto liberador, casi de rebeldía, que no surgió sino para desagradar a aquellos que entraron a puestos ejecutivos al final de los años 70, después de haber recorrido un universo de contracultura. VisiCalc permitió emancipar a los ejecutivos de la tutela de la informática clásica. En otro tiempo, cuando un administrador deseaba apoyarse en un programa para facilitar su trabajo, este debía hacerlo a través de un informático. Su petición era recibida por un individuo en lenguaje salpicado con expresiones bizarras, explicando a la vez que el programa pedido estaría listo en un par de semanas. En la espera, dicho administrador estaba limitado a efectuar centenas de operaciones con la ayuda de una calculadora. A partir de 1979, el mismo individuo tenía la oportunidad de adquirir un Apple 2 con VisiCalc. Tenía entonces a su disposición una herramienta maleable a su merced: no hacían falta más que decenas de minutos para obtener un modelo de simulación financiera equivalente a una semana de trabajo de un programador. Asimismo, VisiCalc contiene las semillas de aquello que sería el éxito de la micro-informática: utilizarlo es entretenido. Cuando uno cambia un valor en una casilla cualquiera de una tabla, todas las fórmulas de cálculo de la tabla son recalculadas frente a los ojos asombrados del observador. La hoja de cálculo parece responder a cada solicitación con una servicialidad imparable y genera el deseo de experimentar: poner una fórmula aquí, otra acá, arrancar una recalculación y, de paso, resolver problemas vitales. La alquimia de VisiCalc resulta del hecho que introdujo lo lúdico en un contexto rígido y austero de profesiones particulares. Un director financiero que lleva consigo su micro-ordenador el fin de semana para establecer algunos modelos presupuestarios en su casa experimenta las mismas sensaciones que su hijo mayor que repasa las agresiones de los Invasores del Espacio en la pantalla centellante de una consola de juegos.

Al inicio del año 1982, Bill Gates aparece por primera vez en la portada de una revista financiera: Money. Pensando que la fotografía de Bill tuvo éxito, Myriam Lubow conversa con su jefe.

- Bill, ¿la viste? ¡Tomaron una foto verdaderamente espectacular!

- Ay, no, Myriam, parezco ser muy joven en esa foto.

- ¡Pero Bill, eres joven! ¡Cómo no parecer joven cuando se tiene veintisiete años!

El problema es que Bill continúa pareciendo mucho más joven que lo que es en realidad. Unos meses más tarde, mientras cena en la ciudad con algunos colegas, este ordena una cerveza. La camarera le pregunta si le puede mostrar su documento de identidad: ¡en los Estados Unidos el consumo de alcohol está prohibido para menores de veintiuno!...

El presidente de Microsoft trabaja más que nunca y toma la costumbre de comer esencialmente hamburguesas los mediodías – la Burgermaster está situada frente al edificio en Bellavista. Con esto, él desarrolla una verdadera adicción. Un mediodía, este se encuentra en un restaurante de lujo con su nueva secretaria Linda y algunos miembros de Microsoft, entre los que estaba Myriam Lubow. Cada uno ordena platos acompañados con vino fino. Cuando llega su turno, Bill pide que le sirvan una hamburguesa.

- ¡Pero Bill, estamos en un restaurante fino! No puedes pedir una hamburguesa como siempre, exclama Myriam.

Como respuesta, Bill exclama con voz aguda.

- ¡Pero si yo adoro las hamburguesas!

Al inicio de los años 1980, Gates invirtió 40,000 dólares en valores relacionados a la tecnología que estimaba infravalorados – entre esos estaba Apple. Su portafolio sube hasta el millón de dólares y las ganancias le permiten adquirir una casa situada en el Lago Wasington y que tiene una piscina de nueve metros de largo. Sin embargo, la ausencia de consejo en materia de finanzas se revela costosa para Bill, quien paga la mitad de sus ingresos en impuestos. En realidad, la compañía de Seattle que trata con IBM dispone de una administración artesanal. La contabilidad, por largo tiempo llevaba a cabo a mano por la mujer de Steve Wood, uno de los programadores, es llevada a informatizarse en uno de los micro-ordenadores de Tandy, Para mantener las riendas de la compañía, Bill llama a un manager experimentado: James Towne. Este renuncia de una compañía de 7,000 empleados, Tektronix, para volverse el primer presidente de la firma de Bellavista. Pero la atención de Bill se dirige a otra parte además de la administración: Microsoft desarrolla su primer software de aplicación: Multiplan. Es un giro enorme para una compañía hasta entonces especializada en lenguajes de programación.

El PC IBM terminó el año 1981 de manera honorable con cincuenta mil unidades vendidas. Se trata de allí en adelante de un éxito: solo está disponible desde septiembre. Apple , primer constructor de micro-ordenadores, no vendió más que 135,000 máquinas el año entero. Sin embargo, es muy temprano para afirmar que la partida la ganó IBM. Al PC le falta la aplicación irresistible que será la chispa que reviente las ordenes en cantidades industriales. El hecho que VisiCalc este disponible en esa máquina no es suficiente: Dan Bricklin y Bob Frankstone están contentos de adaptar una versión de dos años atrás. VisiCalc no funciona pues en el PC IBM de mejor manera que como lo hace en un Apple 2, y esto no justifica por sí solo la adquisición del micro-ordenador de la Big Blue. Gates tiene la esperanza que Multiplan sea para el PC IBM aquello que VisiCalc fue para Apple 2.

El proyecto Electronic Paper – el primer nombre de Multiplan – salió en 1980. La estrategia adoptada para vencer a VisiCalc parece pertinente. Esperan realizar una hoja de cálculo que pueda ser adaptada a la mayor cantidad de ordenadores posible. Es todavía imposible predecir si el PC IBM estará en la posición de imponer un estándar. Otros ordenadores son objeto de una recepción calurosa. Ese es el caso del TI 99 de la Texas Instruments, del Z-100 de la Zenith, y del HP-150 de la Hewlett Packard, la cual dispone de una pantalla táctil. La Osborne Computer, lanzada un mes antes que el IBM PC, se vende a varias decenas de millares de usuarios. A primera vista, este aparato parece una máquina de coser. Cuando es puesta a la mesa, primero se abre el frente con una pequeña pantalla y un lector de disquete. Sin embargo, Osborne, creador de la compañía, comete un error: anuncia la salida de un segundo modelo un poco demasiado tarde, cosa que tiene como efecto el frenar las ventas de la Osborne Computer. La tardanza del producto esperado precipita la caída de la compañía.

La profusión de ordenadores diferentes dicta la estrategia a seguir: la hoja de cálculo de Microsoft estaría presente en todos los sistemas operativos basados en CP/M, AppleDOS, Unix o MS-DOS. Mediante esta estrategia de circulación, Gates y Allen esperan establecer Electronic Paper  como la hoja de cálculo nº1 de la micro-informática. Microsoft contrata a un consultor, Paul Heckel, y le pone como tarea definir las especificaciones de Electronic Paper. Este arranca la tarea comenzando por escudriñar con el mayor detalle posible las hojas de cálculo existentes: VisiCalc y SuperCalc. Varias decisiones mayores son adoptadas. Electronic Paper sería desarrollado con un lenguaje de programación que facilitara su adaptación: el C. VisiCalc nombra las columnas con letras, A, B, C... y las líneas con números, 1, 2, 3... Resultan casillas designadas de la manera siguiente: A1, B2, C14... Bill Gates se muestra hostil ante esa notación de tipo “batalla naval” y escoge designar las columnas bajo el modelo C1, C2, C3... y las líneas bajo L1, L2, L3... A partir de las primeras especificaciones, Mar Mathews programa un prototipo de Electronic Pape. La puesta en marcha de lo que se convertiría en Multiplan es confiada a un maestro que acaba de llegar al lugar: Charles Simonyi.

El trayecto de Simonyi es ejemplar. Al inicio de los años 60 descubre la programación en su país natal, Hungría, en un ordenador vetusto instalado en su universidad. El Ural está compuesto por 2,000 lámparas al vacío. Cada vez que una alumbra en la máquina, varios tubos se queman por el efecto de sobrecarga de energía. Hay que pasar la primera hora reparando estos tubos y reemplazándolos. Charles Simonyi obtiene un trabajo de vigilante nocturno frente al Ural: su presencia evita tener que apagar la machina por la noche. Durante sus veladas nocturnas, Charles se esfuerza con líneas de interruptores para introducir datos en la máquina. El gusto por la programación lo lleva a Dinamarca en 1966, después a la universidad de Berkeley en California. En 1972 es reclutado en PARC, centro de investigación experimental de Xerox. Allí se juntaba con un excepcional grupo de ingenieros creativos: Alan Kay, Bob Metcalfe, Larry Tessler... Simonyi realiza procesamientos de texto anticipado en su tiempo de trabajo: Bravo muestra en la pantalla un página llena de texto, así como debería aparecer al ser impresa[32]. En 1976, Simonyi publica un artículo de repercusión importante: explica de que manera deben ser manejados los grandes proyectos de programación. La estructura piramidal que preconiza tiene en su cúspide a un “arquitecto”, el cual decide con el mayor detalle posible lo que debe de lograr un software. El documento preparado por el arquitecto es transmitido a equipos de programadores que escriben el código correspondiente.

Xerox se muestra en duda por desbrozar territorios desconocidos. Pero termina transformando el periodo intelectual que se desenvuelve en sus laboratorios con micro-ordenadores capaces de conquistar al público. Uno a uno, sus grandes ingenieros dejan el PARC atraídos por aventuras concretas. Para Simonyi, la hora de partida llega en 1980. Él almuerza con un viejo colega, Bob Metcalfe, quien acaba de fundar la compañía 3Com, y le comparte su intención de renunciar de Xerox. Metcalfe le da una lista de gente a contactar. El primer nombre de la lista es el de Bill Gates. Simonyi se encuentra con Bill y Steve Ballmer en noviembre. ¡Después de cinco minutos de conversación, este está íntimamente convencido que quiere trabajar con esta gente!... Le parece evidentemente que Bill tiene la percepción intima de la fenomenal revolución que está apunto de producirse.

Cuando presenta su renuncia oficial, Simonyi choca contra prejuicios que se presentan en los territorios aún sin explorar. Una secretaria de Xerox le pregunta con qué compañía iría a involucrarse. Él le explica que se trata de Microsoft. Ella confiesa nunca haber escuchado de esa compañía. Charles le muestra uno de sus boletines informativos publicados por la compañía de Seattle. En la última página se encuentra una fotografía del presidente: Bill Gates está sin sus gafas y parece un adolescente sentado tras su pupitre en el liceo. La secretaria se muere de risa. “¡Charles! ¡Eres parte del laboratorio de investigación más estimado en el mundo, y te irás a una reunión escolar!”. Simonyi ignora los sarcasmos de su colega. Después de encontrarse con Bill, este va por educación a otras reuniones a las que se comprometió. En cada ocasión constata que sus interlocutores están lejos de tener una visión tan grande y brillante como la que demuestra Gates. El joven Director General sueña con una gama de software que marcarán su época.

Charles Simonyi entra en Microsoft el 6 de febrero de 1981. Él llega como una ventaja para Microsoft por dos razones. Él presidió el desarrollo integral de una aplicación – el procesamiento de texto Bravo. Además, la organización piramidal del desarrollo que el preconizó parece adecuada para proyectos similares. Cuando toma la responsabilidad del proyecto Multiplan, hereda el estudio efectuado por el consultor Paul Heckel y juzga preferible no desordenar lo que había sido establecido. Al contrario, Simonyi llega a Microsoft con un cierto número de ideas en cuanto a la manera de programar. Él le explica a sus colegas asombrados que él puede reconocer un mal programa con solo verlo a cinco metros de distancia. Si le hace falta estética global, esto quiere decir que sin duda está mal concebido desde el punto de vista lógico.

El caballo de batalla de Simonyi concierne a los menús. El confiaría sus conocimientos a la revista PC World[33]. “Amo usar analogías. Supongamos que estoy en Francia sin hablar francés, y que entonces voy a un restaurante. Estando en un ambiente no familiar, no me siento relajado: tengo miedo de hacer el ridículo. De repente, un camarero se me acerca ablando el lenguaje de Molière. De una vez me empiezan a sudar las manos... Es probablemente el sentimiento que tiene una persona cuando se sienta por primera vez frente a un ordenador. ¿Qué tendría que hacer? Por mi parte, como estoy en un restaurante, yo puedo apoyarme en el menú y apuntar a una opción. Puede suceder que yo no obtenga lo que deseaba – puede que el camarero me lleve escargots – pero de igual manera no sentiré que hice el ridículo. Es lo mismo con los software: es necesario presentarlos en un menú. Cada uno puede de tal manera ver cuales son las opciones disponibles y seleccionar una simplemente apuntándola. Así no es necesario que se sumerja en un libro para encontrar los pasos a seguir.

Simonyi define un estilo de presentación de menús que se haría celebre. Aparece en la forma de líneas en la base de la pantalla y tienen nombres explícitos: Cálculo, Impresión, etc. Más conceptos son inaugurados. Multiplan operaría la “consolidación” de varias hojas de cálculo. Si uno administra un presupuesto a lo largo del año, esta función permite acumular valores de doce meses en un mismo documento de recapitulación. Para simplificar la escritura de fórmulas, Multiplan ofrece la posibilidad de nombrar un grupo de casillas. La acumulación de ventas puede ser indicada bajo una forma explícita tal como SUM(VENTAS).

Una vez que el arquitecto Simonyi completó las especificaciones del producto, pasa la estafeta al equipo de programación. Este está compuesto por Doug Klunder, Bob Matherws y, ocasionalmente, cuatro otros desarrolladores. Conforme a las especificaciones, Multiplan es concebido para poder ser llevado a la cantidad más grande de máquinas posible. Sin embargo, en 1981 Microsoft le concede el mayor valor a la relación que con iBM. Los hombres de Boca Ratón son informados del proyecto Multiplan y Gates se muestra atento a sus reacciones. IBM está inquieto por ofrecer una gama de software a los clientes que compraron PC básicos con solo 64 Ko de memoria. Sumas enormes fueron invertidas en publicidad de micro-ordenadores con capacidades limitadas, insistiendo en el hecho que pueden servir para aplicaciones prácticas. Don Estridge estima que deben sostener esa promesa e insiste en que Multiplan pueda ser ejecutado con 64 Ko de memoria. Microsoft acepta el deseo de su cliente principal. Esta limitación vuelve el trabajo de los programadores mucho más complejo que lo previsto.

IBM recibe la versión PC de Multiplan en la primavera de 1982. La hoja de cálculo contiene 64 columnas y 256 líneas, y funciona con 64 Ko de memoria. Por razones relativamente oscuras, IBM se tarda en añadir Multiplan en su catálogo de aplicaciones. Oficialmente, la división que recibió el software realiza tests rigurosos conformes a los criterios de la compañía. Pero Doug Klunder se impresiona por no recibir noticias de IBM respecto a problemas encontrados con Multiplan. Este concluye que la Big Blue no ve a esa hoja de cálculo como un producto mayor: la compañía continúa promoviendo la versión DOS de VisiCalc.

La primera versión de Multiplan, publicada en agosto de 1982, se destina a la Apple 2. “Cualquiera que haya usado alguna vez una calculadora puede usar Multiplan.” declara Gates, quien intenta posicionar a VisiCalc como a una hoja de cálculo del pasado. La versión comercializada por IBM sale en octubre. El responsable de la comercialización de Multiplan es un viejo trabajador de Apple: Jeff Raikes. Señal particular: es casi idéntico a Gates. Raikes arranca una campaña promocional que supera todo aquello en lo que la compañía había invertido hasta ese día. El programa es objeto de comentarios entusiastas de la prensa.

Bob O'Rear es enviado a Europa para encargarse de la promoción del MS-DOS. En el Reino Unido descubre un mercado original. El micro-ordenador que se vuelve encabezado de ventas es de alguien de la nobleza: Lord David Sinclair. Sin embargo, en todo el continente europeo el dominio de Apple es incomparable: tiene el 50% del mercado contra 30% para Commodore. En Francia, O’Rear se pone en contacto con los constructores Victor, Bull, R2E y Léanord, y vanagloria los méritos de su sistema operativo. Jeff Raikes atraviesa el Atlántico para supervisar el lanzamiento europeo de Multiplan. Se llega a un acuerdo con Jean Luis Gassée, presidente de Apple France, interesado en una hoja de cálculo disponible en francés. La adaptación de Multiplan arranca poco después. Charles Simonyi, Doug Klunder y los otros programadores notan las particularidades de los lenguajes locales con sus letras acentuadas y monedas diferentes. Paul Allen, en una visita a Paris para participar en un seminario, es abordado por un malestar extraño. Justo después de su precipitado retorno a Seattle, los exámenes revelan que se trata de una afección que lo obliga a dejar su puesto: debe someterse a una terapia a base de radiación.

Bob O'Rear finaliza su estudio del Viejo Continente y concluye que coexisten tres grandes mercados: Alemania, Francia e Inglaterra. Este persuade a Gates de la necesidad de abrir una filial en cada uno de esos países. Un individuo jovial y refinado, Bernard Vergnes, se presenta rápidamente para tomar las riendas de la filial francesa. Microsoft Francia inicia sus actividades en Ulis el 2 de mayo de 1983. Bernard Vergnes y su primer recluta, Michel Lacombe, pasan tardes y fines de semana releyendo la traducción del manual de Multiplan.

En 1982, las ventas del PC de IBM sobrepasan por primera vez a las de Apple Las estimaciones más moderadas prevén la difusión de más de trescientos sesenta mil PC en el transcurso del año, y de un millón en 1984. IBM propone una versión avanzada, el PC XT, que integra un disco duro – con almacenaje 30 veces mayor al de un disquete. La compañía tiene éxito tras éxito y sus ingresos llegan a un nivel récord: 34 mil millones de dólares. La Digital Research, en cambio, pierde terreno. El sistema operativo que realiza para el PC IBM, el CP/M-86, sale demasiado tarde. 95% de las trescientas mil máquinas previstas habían sido ya liberadas por IBM usando el MS-DOS. Unos sesenta constructores se unen a la “compatibilidad IBM” y proponen máquinas capaces de ejecutar software escrito para el PC. La distancia entre IBM y los constructores que proponían otra norma está acortando: a la larga, solo Apple está en condiciones de proponer una máquina incompatible con el PC.

Las ventas de VisiCalc pasan el alto simbólico de quinientos mil ejemplares en enero de 1983. Dan Fylstra rebautiza su sociedad como VisiCorp para capitalizar el éxito de la hoja de cálculo. El contrato inicialmente establecido lleva a Fylstra a darle 37,5 por ciento a Bricklin y a Frankstone de cada copia vendida. Progresivamente, el crecimiento de la difusión sobrepasa toda expectativa imaginada al inicio. VisiCorp desembolsa varios millones de dólares a esos dos programadores. No obstante, Fylstra estima que ellos ignoraron la actualización de VisiCalc: la versión publicada por el PC IBM es mediocre, por lo que le deja el campo libre a la competencia, por ejemplo a Multiplan. Fylstra exige que se negocie un nuevo contrato para atenuar las regalías a pagar a esos dos programadores. Como ninguno de los dos está dispuesto a tal discusión, VisiCorp comienza un juicio contra Software Arts, la compañía de Bricklin y Frankstone, con la esperanza de recuperar la totalidad de los derechos de VisiCalc. Como ellos debieron haber continuado la actualización del software, Bricklin y Frankston se ven necesitados de consagrar la mayor parte de su tiempo en la defensa de su propiedad intelectual. La situación por naturaleza favorece a los nuevos competidores de VisiCalc.

Gates tuvo una visión correcta: era una hoja de cálculo la ideal para volverse la aplicación irresistible del PC IBM. Pero no se llamaría Multiplan: 1-2-3 es publicado por Lotus Development Corportion. La ironía del destino es que el fundador de esa compañía dio sus primeros pasos con VisiCorp. Mitch Kapor tenía treinta y dos años cuando fundó Lotus. Un apasionado del rock psicodélico, Kapor fue de manera sucesiva disc-jockey y profesor de meditación trascendental. En 1977 descubre la micro-informática a través del TRS-80 de Tandy. Poco después vende su cadena estéreo para hacer la compra de un Apple 2. Él desarrolla entonces dos software complementarios de VisiCalc: VisiTrend y VisiPlot. Estos software se encargan de convertir las cantidades contenidas en la hoja de cálculo en gráficos. Dan Fylstra, seducido por los productos que le presenta Mitch Kapor, establece un contrato que no se olvida de aquello que lo liga con Personal Software: le paga a Kapor regalías que van hasta el 33% del precio de venta de VisiTrend y VisiPlot. Pero después de dos años, VisiCorp se vuelve una compañía grande con gastos de estructura sin comparación con lo que soportaba Fylstra cuando operaba desde su domicilio. Este le comunica su deseo de liberarse del acuerdo inicial. Kapor se muestra más sereno que Bricklin y Frankston y cede a VisiCorp los derechos de sus dos software por la regordeta suma de 1.7 millones de dólares.

Kapor demuestra entonces una perspicacidad ejemplar. Piensa que debe realizar urgentemente el VisiCalc de la máquina de IBM. Este sería una hoja de cálculo específicamente concebida para ser explotada al máximo de las capacidades del PC, lo que significa que sería netamente más rápida que el de Bricklin y Frankston. Le pondría además una ventaja suplementaria: permitiría convertir los números a gráficas. En otras palabras, integraría los aportes de VisiCalc y de VisiTrend/VisiPlot en un solo programa. Mitch Kapor va incluso más lejos: decide adoptar la misma fórmula que la puesta en marcha por Fylstra, pionero del género. Este confía la escritura de su programa a un desarrollador de talento y se consagraría con la publicidad.

Kapor no tarda en contratar a un individuo capaz de escribir el programa soñado: Jonathan Sachs, una persona retirada que tiene el placer esencial de encontrarse frente a una pantalla y programar, programar, programar... Se ponen de acuerdo con la idea de una hoja de cálculo en la que los números pueden ser convertidos a gráficas. Kapor está persuadido que un software así obtendría un éxito sin precedentes. Jonathan Sachs no comparte su optimismo, pero consagra de igual manera una decena de meses en el desarrollo en lenguaje Ensamblador para el PC IBM. El software es bautizado 1-2-3 por el hecho que ofrece tres servicios diferentes: hoja de cálculo, gráficas y gestión de ficheros.

Mitch Kapor invierte la mitad de su capital en la compañía Lotus, la cual crea en abril de 1982. Él contacta al venture capitalist Ben Rosen y le muestra un prototipo de 1-2-3. Rosen se da cuenta inmediatamente del potencial del software y pone seiscientos mil dólares en Lotus. Kapor hace entrar a otros inversores en el negocio y recolecta un capital de tres millones de dólares. El alcance de el tesoro de guerra lo conduce a llevar a cabo un lanzamiento sin precedentes: varios millones de dólares son consagrados en la publicidad de 1-2-3.

Jim Manzi, un consultor de McKinser define la estrategia a seguir: deben vender la hoja de cálculo a hombres de negocios de grandes empresas. El vela por que la publicidad aparezca en revistas compradas por ese tipo de gente, tales como Time y Newsweek. La prensa financiera muy bien cortejada consagra artículos ditirámbicos sobre la hoja de cálculo. Sin estar oficialmente disponible, 1-2-3 es presentado como un software fenomenal desde antes de su lanzamiento.

Lotus presenta su hoja de cálculos a Comdex de Las Vegas en noviembre de 1982. Charles Simonyi de Microsoft se encuentra allí y se da cuenta con pavor que esa nueva compañía, Lotus, tiene la aplicación irresistible de la PC IBM. Comprende sin lugar a dudas que Microsoft tomó un mal camino. Las capacidades de Multiplan fueron voluntariamente coartadas con el fin de satisfacer las exigencias de IBM, la cual deseaba que el programa funcionara en los PC IBM básicos proveídos de 64 Ko de memoria. 1-2-3 fue concebido de manera más liberal y pone la barra más alta en cuanto al nivel de la máquina: está destinada para PC con 256 Ko de memoria. Pero despliega un lujo de capacidades que incita a adquirir un PC IBM. Puede convertir los números en gráficas – cosa que Multiplan no puede hacer – y además tiene una velocidad de cálculo extraordinariamente rápida. La seducción operada por el programa es tal que en tan solo unos días Lotus recibe más de un millón de dólares en ordenes.

Tres meses después de su salida el 26 de enero de 1983, 1-2-3 destrona a VisiCalc de la cima de la lista de éxitos de ventas de software y se vuelve el primer best-seller de la máquina. El PC IBM ve de repente sus ventas multiplicarse en tres. La máquina de la Big Blue se vuelve el estándar por defecto, arrastrada por el pasar del software que bate todos los récords de ventas: no bajará del primer lugar durante todos los años 80. Desde el mes de octubre de 1983, Lotus entra en la Bolsa. El editor del 1-2-3 termina su primer año con un ingreso cercano al de Microsoft: 53 millones de dólares contra 69.5. Multriplan no parece estar en condiciones de luchar: su rapidez de cálculo parece muy lenta frente la encantadora hoja de cálculo de Lotus. Mitch Kapor y Jonathan Sachs respondieron a la necesidad esencial de los usuarios: la rapidez.

Multiplan toma su revancha en el territorio de Francia. Publicado en versión francesa para el Apple 2 en septiembre de 1983, la hoja de cálculo es objeto de una promoción activa: Jean Louis Gassée, presidente de Apple France, es un ferviente seguidor del software. IBM lanza su PC en Francia e introduce en su catálogo tres de los software en versión francesa, entre los cuales está Multiplan bajo la etiqueta de IBM. La mayoría de usuarios franceses de micro-ordenadores se dan cuenta de las virtudes de la hoja de cálculo mediante el intermediario de Multiplan, el cual se vuelve software estrella.

En febrero de 1984, cuando aparece una nueva versión de Multiplan, la hoja de cálculo funciona en una centena de máquinas diferentes. Fue traducido a una docena de lenguajes, entre las cuales está el alemán, el italiano, el español, el francés e incluso el japonés. El objetivo inicial fue alcanzado: Multiplan está disponible en una gama de ambientes incomparable. Pero no se muestran en condiciones de luchar contra la hoja de cálculo de Lotus: con el pasar de los meses, la distancia se reduce. 1-2-3 llega a la primera posición en todas las listas de éxitos de ventas, mientras que Multiplan tiene un declive progresivo. Bill Gates propone entonces comprar a Lotus. Se le ofrece a Mitch Kapor la posibilidad de volverse uno de los principales propietarios de Microsoft, en donde sería vicepresidente. Un acuerdo de fusión entre las dos compañías es propuesto. Este se anula por el responsable de marketing de Lotus, Jim Manzi. El consultor de McKinser, quien había precedido al lanzamiento de 1-2-3, volvió a entrar en la compañía en la primavera de 1983 y asiste de allí en adelante a Kapor. Entre Bill Gates y Jim Manzi no hay ninguna empatía: los dos hombres pertenecen a dos culturas diferentes. El primero tiene una pasión por el aspecto técnico relacionado a la realización de software. El segundo es un individuo que se enorgullece de su experiencia en la esfera del marketing: aclama alto y fuerte que no conoce nada de informática y que eso no le resta nada.

En el otoño de 1984, Bricklin y Frankston ganan el juicio en contra de VisiCorp. Fylstra es condenado a pagarles quinientos mil dólares de daños e intereses a los creadores de VisiCalc. Pero a pesar de ese flujo financiero, Software Arts sale bastante débil de ese asunto. El tiempo perdido en la defensa legal contra de VisiCorp dispersó sus energías. La llegada de 1-2-3 le da un gancho al hígado a VisiCalc debido al cual las ventas medias caen de 20,000 al mes al inicio de 1983 a 2,500.

Al inicio del año 1985, Ashton-Tate, editor del software dBASE II[34], propone comprar los derechos de Software Arts que está al borde de la banca rota. Unos días después de firmar, mientras él va en avión a una conferencia, Bricklin se encuentra con Mitch Kapor. La conversación que tienen los dos presidentes concluye favorablemente para la proposición de Lotus de comprar Software Arts. La adquisición es efectuada por la suma de 800,000 dólares, Lotus absorbe 2.2 millones de dólares de perdidas. VisiCalc es de paso enterrado, cosas que le deja el campo libre a 1-2-3. Así desaparece el software más innovador de la historia de la micro-informática.

Al final de 1984, Lotus toma la primera posición de editores de software con un volumen de negocios de 157 millones de dólares contra 125 para Microsoft. Sin que Manzi tenga una victoria modesta, el fenómeno irrita hasta el punto más alto a los hombres de Bellavista. Del otro costado del Atlántico la situación es diferente. Lotus abre una filial francesa en 1985 y se da cuenta que Multiplan es el best-seller local: ya ha sido difundido en 28,000 ejemplares. Como los programadores de Boston preparan una nueva edición de 1-2-3, Lotus France elige esperarla para proponer su software en versión francesa. El equipo dirigente comete el error de suponer que su éxito americano se reproduciría con naturalidad. Esa actitud los lleva a mostrarse moderados en su plan de acciones de publicidad.

Durante ese tiempo, en los rincones más profundos de Francia, Bernard Vergnes, Michel Lacombe y Jean Philippe Courtois diseminan sin retención su software asociado a un logo que representa una mariposa: Multiplan llega a representar el 90% de las hojas de cálculo. Cuando 1-2-3 aparece finalmente en la versión francesa es demasiado tarde: en varias provincias se habla de un Multiplan cuando se habla de diseñar una hoja de cálculo, todo de igual manera como fue en épocas en que se asimiló al Frigidaire como al refrigerador.