Prólogo

 

 

 

 

El 27 de abril de 2006, Pedro, vecino de la localidad almeriense de Vélez-Rubio, despechado porque su exnovia se iba a casar en breve con otro hombre, la acechó y finalmente la asesinó en una finca aislada, donde la joven había acudido a ayudar a su familia en las labores del campo. Pedro fue detenido poco después y se confesó culpable del crimen. Al día siguiente, mientras sus convecinos asistían al entierro y aún consternados lloraban la muerte de la joven, el homicida aprovechó un descuido y se ahorcó en los calabozos de la Policía Municipal. Entender el comportamiento de Pedro y qué le impulsó a cometer un asesinato y suicidarse después es extremadamente difícil. Se espera de los psicólogos bastante más que poner una etiqueta a todos sus sentimientos: amor, celos, deseo, ira, venganza, odio, despecho, desesperación... Pero no es fácil explicar las reacciones de los demás o, para el caso, las nuestras, cuando se ve amenazada la estabilidad afectiva y se siente de cerca lo que puede ser la traición de la persona querida o su marcha para, más temprano o más tarde, caer en brazos de otro.

Este libro va dirigido a los celosos, que sufren por culpa de los celos, a sus parejas, a quienes hacen sufrir como consecuencia de su conducta celosa, y a todas las personas que quieren conocer mejor los variados sentimientos que gobiernan nuestra vida afectiva. Quiere ser un instrumento para comprender qué les ocurre a los celosos y, en último extremo, para conocer mejor a los demás y a uno mismo. Proporciona consejos y asesoramiento desde la ciencia psicológica y pretende servir como bálsamo para el alivio de este mal de amores.

Hay otros tipos de celos, por ejemplo, los que surgen entre amigos, entre hermanos u otros parientes que no son pareja amorosa y también celos hacia compañeros de trabajo y profesión. Todos ellos poseen algunas características comunes, pero este libro se centra en los que se dan en las relaciones sentimentales.

La base de estas páginas la constituyen las investigaciones, teorías y prácticas psicológicas y psiquiátricas sobre los celos. En 2006, durante una estancia en la Universidad de Guadalajara en México, comencé mis entrevistas sobre los celos y los recursos psicológicos para abordarlos, tratar a los celosos y darles orientación y consejos. Con esta finalidad he recogido testimonios y opiniones a través de unas cuarenta entrevistas, en las que se planteaban las preguntas: «¿Te consideras una persona celosa?», «¿conoces a alguna persona muy celosa?», «¿son inevitables los celos?». En el caso de psicólogos, psiquiatras, más o menos la mitad de los entrevistados, indagué sobre casos especiales que habían tratado y sobre las principales formas y conductas en que sus pacientes manifestaban los celos.

He seleccionado un número de casos reales, representativos de la complejidad y variedad de este fenómeno para ilustrar los datos, teorías y conocimientos psicológicos. También he incorporado, con la misma finalidad, declaraciones de celosos y de sus parejas, así como extractos literarios que completan el texto. Respecto a los primeros, he alterado los datos de identificación para garantizar el anonimato de quienes han manifestado opiniones, sentimientos y relatos de afectados. En cuanto a las obras de ficción, hay que subrayar que los celos son uno de los grandes temas de la literatura universal, reflejo de una preocupación y un tormento diarios, con motivo o sin él, para muchísimas personas.

Quiero mostrar mi agradecimiento al gran número de personas contactadas, cuyas aportaciones han sido valiosísimas: Harlys Becerra, María José Blanca, Mateo Campillo, Eduvigis Carrillo, Miguel Catalán, Fuensanta Cerezo, Carolina de la Torre, Ignacio del Olmo, Carmen Fernández Aguilar, Encarna Fernández Ros, María Iñesta, Annette Kreutz, Cristina Lázaro, Alma Gabriela Martínez, Carlos Martínez Pastor, Ana Martínez Jiménez, Adriana Massotti, Juan Ramón Ordoñana, María Peñaranda, Bruno Ribeiro, Ginesa Torrente y María Vilaplana. Y también a quienes han accedido a responder a algunas cuestiones relativas a sus sentimientos o los de sus parejas, cuyos nombres omito. En todo caso, el autor es el único responsable de los errores e inexactitudes que se hayan podido deslizar.

Son justos y obligados los agradecimientos al apoyo recibido por los profesionales de Paidós en su trabajo editorial. En especial, a la directora Carmen Castells, a mi editora, Elisabet Navarro, y a la responsable de comunicación Laura Pérez. Todas ellas han hecho fácil el trasvase de ideas de la mente del autor a las manos del lector.