Si quiere que su empresa marche sobre ruedas, no lo resuelva todo usted solo. Delegue responsabilidades.
- Alguien que defina los objetivos, tareas y perspectivas.
- Otro que sea activo, enérgico, que muestre iniciativa y no tema al experimento.
- Otro que nombre, planifique y registre diariamente lo realizado.
- Otro que se encargue de ganar la confianza de los subordinados, de elevar su conciencia y responsabilidad por el trabajo.
- Otro que controle y compruebe el cumplimiento de las normas y directivas.
- Otro que trace las normas y directivas.
- Otro que sepa hablar, conversar, escuchar y posea, sobre todo, sentido del humor.
- Otro que cite a los subordinados, organice las reuniones y, por qué no, se encargue de realizarlas.
- Y otro que averigüe con los de arriba qué orientar a los de abajo.
Después pregúntese para qué coño usted es jefe.