Mi(ni)sterio

Se acaba de crear el Ministerio de Ideas. Será el encargado de recibir, clasificar, almacenar y, en alguna que otra ocasión, enviar al Gobierno aquellas ocurrencias dignas de mejor crédito que luego quedarán estampadas en la hoja de vida del presidente.

De igual forma la entidad, gracias al archivo de contribuyentes que en breve comenzará a gestarse, evaluará en su momento a qué mentecatos imputar los errores de gestión del gabinete. Así la historia se encargará de limpiar la trayectoria de los intocables.

Mi esposa me comunica que debo llamar mañana a la oficina de Recursos Humanos del susodicho ministerio. El recado fue conciso, parece quieren ofrecerme algún empleo. ¿Qué será?, pregunta ella. No tengo la menor idea, le respondo.